Luna
Luna.
Luna, siempre estás callada, justo ahí, observándome, y alumbrando mi helada y desolada habitación a las horas más atemorizantes de la noche, me diste esa luz que necesite por un tiempo, permitiéndome sentirme segura y protegida, sin miedo, sentirme ''amada''. Me diste esa brillante luz que alumbra el rincón más oscuro de mi habitación, justo en mi rincón favorito, en donde con tu deslumbrante resplandor puedo hacer figuras con las sombras de mis frías manos, y así poder espantar a los monstruos bajo mi cama. A veces te siento tan indiferente y distante, y veo como poco a poco tu hermoso fulgor se va desvaneciendo, dejándome un poco desconcierta, preguntándome que he hecho, tal vez te he hecho daño(?. Luego me fije que solo sigues tu naturaleza, que es la naturaleza de todo ser, de todo espíritu, de cada persona... Entonces recordé ese dicho que tanto mencionan el cual dice ''nadie pertenece a nadie, esta quien quiere estar, nada dura para siempre'' bien, por más que te suplique de rodillas con mi rostro lleno de gotas saladas que desbordaban desde mis ojos, rodeando todo el resto de mi cara, rogando que no me abandonaras, pidiéndote que no me dejaras sola en la oscuridad con los monstruos que querrían atacarme, igual tu claridad se volvía tétrica cada vez más, dejando mi habitación completamente oscura y helada, haciéndome una niña hecha un desastre y perdida, desesperada sin saber donde pertenece realmente. En medio de esa soledad que me ha llevado a la locura, me encontré a mi misma, calme un poco mi mente y pude frotar mis manos y darme calor a mi misa, busque una espada y luche con todos los demonios que querían verme derrotada y pude matar mi miedo. Ahora he comprendido que hasta el destello más hermoso como lo es la luna, deja de alumbrar, se marcha y comienza a resplandecer en otro lugar, a otra persona. Ahora sé que me tengo a mi misma, tengo en mi mente lo que necesito para atemorizar a mis demonios. Ahora sé que en mi vida quienes están es porque así lo desean, y si algún día deciden apagar su luz para luego encenderla en alguna otra alma, no las detendré, dejare libre su camino para que sigan alumbrando lugares tétricos y personas frías, donándoles esa felicidad que algún día me brindaron a mí. Después de todo, siempre llega luna nueva(? o mejor, mi alma se convierte en luna llena donde mi luz nunca dejara de ser infinita para quienes amo, y en mi ser.