LA OLIMPIADA DE LA VIDA

Es 1991, Tokio. Mundial de Atletismo. Derek Redmond gana medalla de Oro en los 400m con relevos. Terminada la jornada se prepara para los juegos Olímpicos en España el próximo año.

Es el año 1992, juegos Olímpicos en Barcelona. Dereck sabe que es uno de los favoritos para el oro.

Arranca la carrera de la semifinal y despegan los corredores a toda velocidad. A mitad del camino sucede algo inesperado: sufre una lesión de un tendón en su pierna derecha que lo derriba.

Todo había terminado. Ante la mirada de una multitud que llenaba el estadio, Derek lloraba...

El cuerpo de asistente ya iba a recogerlo. El público aplaude a los que ya llegaron a la meta. Pero él toma una decisión, decide enfrentar el dolor y no darse por vencido. Se pone de pié y contra en dolor recomienza su carrera cojeando.
Un hombre salta de las gradas y se dirige, apresurado, hacia Derek, un agente de seguridad intenta detenerlo pero no lo consigue.

El hombre se acerca y le dice que no tiene que seguir, él dice que sí.
-Tengo que terminar papá.
-Pues entonces lo haremos juntos.
Era su padre, que no soportaba ver el sufrimiento de su hijo. Se abrazó a su lado y caminaron juntos. Cada paso era más doloroso pero no se rendiría. Además su papá estaba con él.

Con gritos de dolor se aferró a su padre y siguió su camino. Y JUNTOS CRUZARON LA META, ante la ovación y el respeto de la multitud.

Muchas veces la vida nos sorprende y desbarata nuestros planes, nos tira sin piedad por el suelo. Pero somos nosotros quienes decidiremos si nos quedamos por tierra o nos levantamos aunque duela.

Algunos cuestionaran a Dios ¿Dónde estabas? Y pocos entenderán en su silencio, que el está a nuestro lado, recorriendo el mismo camino. Como este padre, así es Dios con nosotros.

Si el momento que estás pasando es difícil abrázate a Él.
En la alegría y el sufrimiento estará presente.
Ánimo. Levántate aunque te duela.
No importa que no llegues primero, lo importante es que estés en camino... y que no estás solo.

Aprender para la vida
Muchos te dirán que no puedes, otros tratarán detenerte, pero quien te ama estará contigo sin importar que decidas.

Feliz día.