Una visita inesperada - Cuento Original.

in #spanish6 years ago

Inspirado en un sueño que parecía eterno, hoy les comparto esté pequeño cuento que escribí hace ya algunos años entre sollozos y escalofríos, con la piel erizada y los nervios de punta. Espero les sea de su agrado, y si desean que comparta más contenido como esté, haganmelo saber en los comentarios.
Nos estamos leyendo queridos Steemians.


Un visita inesperada.jpg

Fuente original


Estando de vacaciones. Te habías venido junto a nosotras unos días a dormir, nos estábamos quedando todos juntos en la parcela de mis padres donde mis primos aprovecharon la ocasión para ir de pesca al río y junto a ellos nos fuimos a aventurar. Recuerdo que en esos días estábamos un poco más grandes de lo que estamos ahora, era gracioso vernos un poco mayores haciendo cosas de niños. Nos pasábamos los días hablando, divirtiéndonos. Siempre nos levantábamos en el alba a caminar, correr y si alguno aun andaba medio dormido lo metíamos con todo y ropa a la piscina. Hacíamos papagayos, casitas de barro, travesuras y payasadas. Todo era risas y diversión.

Dormíamos todos en un mismo cuarto. Éramos seis en total, contando a mi madre que también se quedaba junto a nosotros cuidándonos para que no hiciéramos alguna locura. Sólo había una cama matrimonial en donde dormía mi hermana; mi madre y yo. En el piso, dos colchonetas separadas en las que dormías tú y uno de mis primos; en lo alto, otro de mis primos en una hamaca.

Nos acostábamos tarde contando historias de terror, hablando sobre mitos y leyendas. Mi hermana siempre miedosa se escondía bajo las sabanas y nosotros nos burlábamos de ella: -Ya estás bien grandecita como para seguir temiéndole al coco - decía uno de mis primos.

Pasados unos cuantos días, mi hermana junto a mi primo menor se tuvieron que marchar, ya tenían que volver a clase. Sólo quedamos nosotros tres y mi madre, ella viendo que ya era hora de regresar, se puso a la orden para darte un aventón, casi que inmediatamente me opuse a que te marcharas, quería que te quedaras un día más. Me preguntaras porque otro día, si ya llevábamos varios juntos, pues sencilla y llanamente por ver tan cerca la posibilidad de lograr convencer a mi madre para que me permitiera dormir junto a ti, una noche.

Ese día nos volvimos a la casa a buscar unas sabanas limpias y algunas cosas, tú estabas conmigo, como siempre.

En el cuarto de mi madre nos encontrábamos, me cargabas para poder alcanzar las sabanas que estaban en lo alto del armario, cuando de pronto se me vino todo a bajo, caímos sobre la cama y sobre nosotros miles de cosas…

Siendo ese nuestro último momento para reír.

Salíamos juntos del cuarto. Cuando…

Inesperadamente te volviste hacia mí, para abrazarme pero más que abrazarme querías protegerme, de alguna forma desesperada intentabas hacerme entrar al cuarto.

Sentí un cambio casi palpable en el ambiente, mi cuerpo se paralizaba, mi piel se estremecía.

-¡Entra al cuarto! ¡Entra ya! – me decías.

Las palabras no lograban salir de mi boca…

-¿Qué está pasando? – Dije al fin, en un hilo de voz temblorosa.

-¡Tenemos que alejarnos de la ventana, no mires! – Estabas tan frió como el hielo, tan rígido que tus movimientos se hacían pesados al tratar de llevarme a la salvedad.

Recuerdo que fue casi inmediatamente cuando nombraste la “Ventana” y mi mirar se fue directamente hasta allí subiendo inconscientemente mi rostro por encima de tu hombro. No me falto mucho más para comprender lo que estaba pasando y lo estúpida que había sido al no prestarle suficiente atención a tus palabras. “No mires”- estaba haciendo exactamente lo contrario.

Y fue ahí cuando le vi.


sombra-horror-ventana.jpg
Fuente


Desde afuera, inclinado sobre la ventana, sus manos como garras rasguñaban el vidrio que le obstruía el paso hacia nosotros, parecía temblar de ansiedad, sus ojos estaban abiertos como platos, estudiaba el interior de mi sala inquieto. Las persianas entre abiertas dejaban colar los rayos del mediodía, reflejando en el piso su torso, su sombra se hacía más grande con el despertar de mis miedos, era asombrosamente atemorizante. No falto más que media fracción de segundo para que se diera cuenta que le estaba mirando.


espejo alargado.jpg
Fuente


El tiempo se paralizo y no lograba respirar. Lo que parecía siquiera un segundo se convertía en una eternidad. Sus ojos, rojos como la sangre comenzaron a tintinar, a moverse de un lado a otro de forma violenta y por un momento me pareció que se le salían de las cuencas, ya no era ansiedad sino desesperación.

Todo paso tan rápido…

Aquello que se encontraba fuera, atravesó la ventana, la sala y todo lo que estuviera en su camino hasta llegar a mí…

Abrió su enorme boca, miles de afilados y amenazadores colmillos pudieron observarse, y de una sola mordida devoro todo mi ser. Mis gritos eran de desesperación con dolor, un agudo chillido me estaba haciendo enloquecer… recuerdo muy a lo lejos escuchar tu voz irritada -¡¿Por qué?! ¡¿Por qué no me hiciste caso?- ¡Te dije que no miraras!- tus manos me sacudían intentando hacerme entrar en razón, al rato te detuviste y solo me abrazabas llorando en el suelo.


Ya cuando todo había pasado.
Estábamos fuera, yo en un ambulancia… Alguien me decía -Ya vienen en camino tus padres, todo estará bien-. No comprendía que había pasado, porque había tanta gente fuera y porque estaba la policía. Me intente bajar pero al apoyarme mi mano dolía, estaba vendada y comenzaba a sangrar, estuve un rato mirándola… -¿Qué ha pasado?- me preguntaba.

Cuando por fin te vi estabas hablando con un funcionario, al terminar te volviste hacia mí y venias a mi encuentro, recuerdo que tus primeras palabras fueron. -¿Te encuentras bien? – Solo me limite a asentar con la cabeza.

Proseguiste.

-Las cosas están así. Nadie me cree, en cambio quieren hacerme cargo de los hechos… por delinquir en propiedad privada, por los daños y hasta me quieren involucrar en presunto homicidio hacia tú persona- Terminaste en un hilo de voz.

Tenía los ojos como platos.

-Yo te creo. Yo lo vi. Lo arreglaremos- te dije.

Me tomaste entre tus brazos y apretaste fuerte -Gracias a Dios, estás bien- te escuche decir en un susurro, tus lagrimas se escurrían por mi hombro.

Cuando cerré los ojos…

Miles de millones de imagines se arremolinaron en mi pensamiento, todo lo que había dejado pasar por un momento a mi mente volvió en forma de relámpago.

Estaba mal… Estaba fuera de mí, alterada, histérica. Me golpea y te golpeaba violentamente, pegaba mi cabeza contra la pared repetitivas veces, tú me tomabas, me abrazabas, yo te mordía. Rompí el vidrio con mi puño e intente quitarme la vida, por fortuna me lo impediste. Todo iba en retroceso. Todo pasaba por mi pensamiento en forma fugaz. Todo término donde él por un momento me miró.

Ahí desperté, llorando…


Autora: Mi persona, Winiferd Zerpa.


Fin.jpg



En mis tiempos libres y cuando me toca la inspiración suelo escribir pequeñas cosas en mi cuenta de Twitter, se los comparto por sí la curiosidad les apremia.

https://twitter.com/Suspirame_

¡Muchas gracias por leer!


Sort:  


Gracias por compartir tu contenido con la comunidad de El Arca (@elarca), el mismo ha sido votado por nuestra iniciativa de curación artística @stellae.

Si deseas puedes delegar SP al proyecto: Delegate 25 SP | Delegate 50 SP | Delegate 100 SP | Delegate 250SP | Delegate 500SP o seguir nuestro trail de curación en Steem Auto.

Coin Marketplace

STEEM 0.16
TRX 0.15
JST 0.028
BTC 54266.19
ETH 2288.06
USDT 1.00
SBD 2.31