Penumbra

Y así la vi, entre las sombras, escondida bajo la angustia que le oprimía el alma, dañada por aquellos errores ajenos que, sin darse cuenta ya la arropaban.. La noche le esbozaba una gélida pero apacible sonrisa, ella sin embargo prefería ignorarla, estaba sumida en pensamientos que corrompían el entendimiento.

El dolor la ha perseguido como la muerte persigue a la vida, pero ésta sin embargo, quiere liberarse, quiere respirar, quiere silenciar todo aquello que la asfixia. Aunque, ¿cómo se puede estar consciente de la dicha sin antes albergar el infortunio? ¿Qué diferencias pueden identificarse entre sentimientos cuando uno durante mucho tiempo ha prevalecido? ¿cómo se escapa a lo que aparenta ser irreversible?

No lo entendía, no daba lugar a los detalles que le ofrecía la vida, centrada en su propia miseria dejaba escapar la sustancialidad que, delante de sus ojos, la capa pesadumbre interrumpía su visión. Su vida no podía sumirse en total oscuridad, su esencia no podía desvanecerse, esa pequeña luz la cubría en penumbra, su existencia daba como prueba a ese ápice de esperanza que albergaba en su alma por un nuevo amanecer, aquel que permita retoñar una sonrisa y recubra todo ese vacío que alguna vez hospedó.