Hay riesgos que valen la pena...
El riesgo es algo a lo que los humanos, por pura programación biológica, tendemos a huir. Es comprensible, ya que en el entorno en el que los humanos evolucionamos esta actitud nos daba las mayores posibilidades de sobrevivir; medir de forma errónea el riesgo de una situación podía llevar a nuestros antepasados a la muerte. De hecho, seguramente llevó a muchos a la muerte, y los que sobrevivieron fueron precisamente los que entendían en qué momento debían correr, y lo hacían sin pensarlo demasiado.
Somos descendientes de los más listos, pero también de los más cobardes.
Afortunadamente, el mundo moderno ha disminuido notablemente la cantidad de cosas que pueden matarnos. Pero la evolución es lenta, no termina de enterarse, y esos instintos que fueron tan útiles hace 10 000 años siguen allí. Y ahora, más que una ayuda, pueden ser un verdadero lastre.
Ahora nuestra aversión al riesgo suele manifestarse cuando nos enfrentamos con el límite de eso que muchos llaman nuestra "zona de confort". Cuando la vida nos pone en una situación que se aleja de aquello que conocemos, de aquello con lo que nos sentimos cómodo, y de lo cual sabemos qué esperar, es cuando se hacen presentes esos instintos que tanto bien le hicieron a nuestros antepasados.
El problema es que, por culpa de este primitivo instinto, podemos llegar a perder algunas de las mayores oportunidades de nuestras vidas. En la actualidad, ser un cobarde no es tan buena idea.
Ahora, una historia personal. Desde la primera vez que tuve un trabajo formal (creo recordar que a los 18 o 19 años), entendí que aquello de trabajar con un horario fijo, por un salario a final de mes, no era lo que quería para mi futuro. Recuerdo que en aquel primer trabajo (en atención al cliente de una empresa telefónica, un empleo que no le deseo a nadie) duré tan solo un mes, antes de renunciar. A lo largo de los años debí tomar otros empleos de ese tipo, por necesidad más que por otra cosa, y cada vez fue una tortura mayor que la anterior. No era mi conocimiento, mis habilidades, o mi esfuerzo lo que estaba vendiendo: era mi tiempo. Dedicarle casi la mitad de tu tiempo a un empleo que no valoras más que por el pago que te garantiza a final de mes es una terrible idea.
Teniendo claros mis planes de vida, utilicé esos años para labrar el camino que me llevara a las metas que me había trazado. Mientras seguía tomando esporádicamente trabajos de segunda, muchas veces mal pagados, aprovechaba mi tiempo libre para aprender aquellas habilidades relacionadas con los campos que verdaderamente me apasionaban.
Hasta que llegó el día en que todo eso sirvió para algo.
A mediados del año pasado, fui contratado como editor de video en una productora audiovisual. En un comienzo esperaba trabajar unos dos meses, durante mis vacaciones de verano. Pero he de confesar que el trabajo me enganchó. Estaba al fin haciendo algo que realmente me gustaba, e iba cada día a la oficina con ansias de enfrentarme a los retos que me supusiera cada nuevo proyecto. Resultó además que era bueno en lo que hacía (algo de lo que no estaba seguro cuando simplemente me dedicaba a proyectos personales), y eso se vio reflejado en un salario bastante bueno (que aclaro, acá en Venezuela representaba simplemente poder costear la comida de todo un mes, algo que la mayoría de la población no logra permitirse), y en que se me diera la oportunidad de continuar en el trabajo cuando comencé las clases, aun cuando eso significaba perder varias horas de productividad.
Estos meses han sido muy enriquecedores para mí, y he crecido mucho como profesional, pero eventualmente volví a chocar con ese viejo obstáculo que me ha impedido conservar nunca un trabajo por demasiado tiempo: no soporto la idea de un horario fijo. No sólo debía trabajar de 8 a 5 (o a 6; o a 8), sino que además perdía otras dos horas cada día trasladándome de mi casa al trabajo y del trabajo a mi casa. Entre semana llegaba a mi casa a dormir, y los fines de semana debía dedicarlos enteramente a mis obligaciones estudiantiles (cosa que no impidió que mi rendimiento disminuyese notablemente). Debí abandonar por completo varios proyectos que verdaderamente me apasionaban: varios guiones de cortometrajes que llevo un tiempo escribiendo, un canal de YouTube que lleva casi un año en hibernación, algunos experimentos que estaba llevando a cabo con modelado y animación en 3D, entre otros.
Así que, hace 3 días, renuncié también a ese empleo.
Para mí, renunciar a este empleo ha sido un verdadero salto de fe. Gracias a él había logrado conseguir algo de estabilidad en mi vida, pero prefiero arriesgar la estabilidad y perseguir mis verdaderos sueños. Ahora tendré tiempo para dedicar a mis proyectos personales, esos que tuve que abandonar para poder trabajar a tiempo completo. Además, confío en que toda la experiencia que logré adquirir en este tiempo me permita ganarme ahora la vida como freelance. Además, confío en el potencial de esta plataforma, y espero que me sirva de ayuda para llegar más rápido a esas metas que llevo tantos años soñando.
Porque como dije, hay riesgos que vale la pena tomar
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Sólo dejaré tres signos de exclamación, tú dale el significado que creas preciso.
!!!
¿Que estoy loco y voy a tirar mi vida por la borda?¿Que soy admirable por perseguir mi libertad sin importar el riesgo?¿¡Que el precio del STEEM está cayendo y vamos todos a terminar quebrados!?¿¿¡¡Que soy un genio y esta probablemente sea la mejor decisión que haya tomado en mi vida!!??
Me gusta ser positivo, así que le daré el último significado a tus tres signos de exclamación :-) Gracias entonces por tan bonitas palabras.
xD
jejejeje eso es exactamente lo que quería decir ;)
Saltar al vacío confiando en los instintos y en nuestras capacidades es aterrador. Pero es la única forma de alcanzar nuestra felicidad plena. Te admiro por tu valentía (desde que dejaste la carrera de ingeniería para ir a estudiar cine y tú mamá te quería matar jjajaj). Lo vas a lograr!
Sí, recuerdo que en aquellos tiempos estaba aterrado, pero el tiempo me demostró que es la mejor decisión que he tomado en mi vida. Espero que esta vez sea similar :D
Por algo dicen que el que no arriesga no gana, haha creo que yo no podría arriesgarme tanto en la vida, y menos aun viviendo en Venezuela, la verdad el riesgo mas grande que estoy por tomar es emigrar del país como muchos otros, sin embargo es un riesgo que tengo que tomar aun que de mucho miedo. Gracias por tu post.
No te niego que da algo de miedo, pero es algo que pensé durante un buen tiempo antes de tomar la decisión. Eventualmente yo también buscaré emigrar del país (quiero terminar mi carrera primero), así que para mí la mejor opción es buscar entradas de dinero que no dependan del lugar en el que viva. Este es un riesgo que, si tengo suerte, podría salirme muy bien. Y si no, supongo que de alguna forma intentaré resolver. Si algo nos ha enseñado este país es a resolver en momentos de crisis ;)
Gracias por tu comentario!
Pues que la verdad saber de Steemit ya es una gran suerte y ayuda, ya que aún un like de una cuenta es casi que el salario de un día haha, espero termines pronto tu carrera, suerte.