Una tarde Yenny se dedicó a elaborar un informe que debía entregar la semana siguiente, se sintió orgullosa del resultado. La noche anterior a la entrega, llovió fuertemente, y lamentablemente en su casa el piso era de tierra, por lo que todo se volvió pantano. Durante todo el ajetreo de esa noche, el informe de Yenny cayó al piso, su trabajo quedó estropeado, al darse cuenta lloró desconsolada, ya no había tiempo ni material para rehacerlo, pero su madre la calmó y le explicó que su maestra le daría otra oportunidad.

A la mañana siguiente, se dirige a la escuela muy triste por lo sucedido, le lleva a su maestra lo que quedó de su informe, como evidencia, pero sus compañeros al ver lo que entregó se burlaron de ella, por las condiciones en las que vivía, por lo sucio de su trabajo…, y pese a las orientaciones de la maestra con respecto al grupo por el comportamiento ante el accidente del informe de Yenny, ya su autoestima había sido debilitada.

Historias como estas estoy segura que tristemente se repiten a diario, muchos son lastimados por el irrespeto de otros. En las escuelas se están enseñando valores, pero se puede observar que no es suficiente; ahora bien, como sociedad ¿qué estamos haciendo? ¿por qué es tan fácil burlarse del otro? ¿es válido admirar a las personas por lo que tienen y no por lo que son?

Es necesario que desde casa apliquemos estrategias para enseñar a nuestros muchachos a vivir en valores, dando el ejemplo, los muchachos prestan más atención a lo que ven que a lo que escuchan, es imposible pretender buenas costumbres cuando no se las muestro. En este sentido, propongo:

• Que los enseñemos a ponerse en el lugar del otro, ustedes pueden imaginarse como se sentía Yenny…

• Establecer acuerdos en casa de manera consensuada, en el que exista el respeto, los límites y las sanciones.

• La practica de valores debe ser siempre y en todo lugar, no es trabajo solo de la escuela, no es trabajo solo del hogar, todos somos responsables.

• Es importante corregir hábitos o conductas inadecuadas, partiendo desde el respeto sin ridiculizar, y preferiblemente en privado.