Empecé a vivir
empecé a vivir...
En el instante en que mi cuerpo se convirtió en mi Alfa y Omega, en que las imperfecciones se volvieron piezas auténticas invaluables como una afrodita en vida plena.
Empecé a vivir cuando mi círculo empezó a cerrarse, cuando los vicios ya no fueron la base y es que a pesar de los percances ya no me satisfacen.
En el momento que no espere nada de nadie, solo emprendo los rumbos sorprendiéndome de los avances.
Empece a vivir cuando los momentos se convirtieron en las mejores fotografías, acontecimientos y emociones que enmarcaron el museo de mi vida.