La lluvia sobre Saturno

Me preparo ahora para ser absorbido.
Fúndete en mis pensamientos matutinos.
Que yo seré tu cielo vespertino.

Tanto frío en esta oscuridad lastima.
Ven y abrázame.
Que tu luz es lo que me reanima.

¿Sin ti que podría hacer?

Vuela conmigo sobre este cielo congelado y herido.
Y afrontemos la deriva del mañana unidos.
Grábate para siempre en mis caminos.
Que yo seré tu faro. Tu molino.

No lo dudes que el momento es ya.
La belleza de un universo a nuestro diseño.
De todo y nada somos sus dueños.
¡Abrázame!

Que el frío comienza a quemar.

Inicia nuestra conjunción.
Y juntos somos una sola vida.
Resultante de esta colisión.

La galaxia tan lejana
De este par de corazones
sincronizados cada mañana.
La luna gentilmente nos cantaba.

Aquella vez que aquel lucero los juntaba.
Cada noche conversaba con las estrellas.
Temiendo de que nunca fueran a responder.
La melodía estelar de fondo era tan bella.

Y podía sentir como empezaba a levitar.
Allí arriba en el espacio por mucho tiempo floté.
Contemplando la belleza del universo olvidé
Mi soledad.

Y me perdí en los anillos de Saturno.
Esperando por un milagro taciturno.

Así se volvió cercana
Su presencia en la atmósfera
la hacía tan liviana.
Y a través de los anillos me llevaba.

En un viaje interestelar
que a mis miedos borraba.
¿Puedes ver sobre nosotros aquel cometa?
Aquella luz nos promete un largo amanecer

Así que ven y sigamos juntos su estela.
Empecemos sobre este cielo caótico el bailar.

Y justo cuando empecé a morir de sed.
Vino la lluvia y me encontré a su merced.
Y en medio del diluvio aterricé

A tus pies.

Abrazándote en los anillos de Saturno.
Entendiendo lo imposible de otro milagro taciturno.