¡Hola 2018! Así comienzo el año…

Para ver hacia adelante siempre debes saber de dónde vienes. Recibo este año con más altas expectativas de las que debería, y no puedo evitarlo. -¿Expectativas en qué?- se preguntaría cualquiera; para responder, hablaré un poco del gran impacto que tuvo para mí el 2017…

Comencé ese año algo decaída. Iniciaba el segundo semestre, por segunda vez, tras haber reprobado la más importante materia de arquitectura. Pero viendo el lado positivo, uno de mis mejores amigos, con quien he estudiado desde los 5 años, comenzó a estudiar la misma carrera un semestre después de mí, así que volví a estudiar con él; y además, cuando comencé la universidad formé un grupo de 8 amigos, quienes nos tenemos mucho cariño, y a uno de ellos, Juan, le pasó lo mismo que a mí, así que no pasé por eso sola.

Juan siempre me trató diferente, intentaba tener algo conmigo y yo, a pesar de no querer nada con nadie, moría de risa con su forma de ser, y en su insistencia se fue ganando mi cariño. Resulta que al final se ganó más cariño del que esperaba darle, y me terminé enamorando de él. En febrero comenzamos una relación sin saber a dónde podía llegar, pero lo mejor de eso es que en él conseguí a una persona que está siempre ahí para mí, en las buenas y en las malas.

El año avanzó hasta el primero de abril, día en que comenzó lo que marcó el año. Salí a la calle junto a dos amigos de la universidad con pancartas en las manos, para exigir, junto a cientos de personas, la renuncia del presidente. Con el pasar de los días las protestas se hicieron más fuertes: las universidades entraron en paro, las comunidades se organizaban para salir a protestar, los jóvenes enfrentaban con piedras y bombas caseras a los cuerpos de seguridad del estado, quienes respondían con gases lacrimógenos y armas de fuego. Como respuesta a lo que exigía casi todo el país, el gobierno propuso crear una Asamblea Nacional Constituyente, la cual en una situación normal se aprobaría –o no- con votos. Pero en Venezuela todos sabemos que se hace fraude con los votos, y el gobierno siempre se las arregla para ganar. A pesar de que las protestas siguieron por 4 meses, el 30 de julio se llevó a cabo esa constituyente, lo cual generó un impacto tan fuerte en todos, que las protestas parecen haber acabado de la noche a la mañana, ese mismo día.

A pesar de todo, yo salí a protestar de diversas maneras casi todos los días, y muchas veces sentí miedo, desesperación, iba a charlas de primeros auxilios, de motivación, a foros donde discutíamos como se han derrocado dictaduras anteriormente, pero aun así salía cada día con más motivación y esperanzas de acabar con esta situación. Todo eso me marcó como nada lo ha hecho antes, mi manera de pensar y actuar son diferentes, ahora tengo menos miedo, en muchos aspectos de mi vida, y siento que puedo hacer mucho más de lo que me imagino, simplemente porque hice cosas que imaginé que no podría hacer.

Desde agosto, la peor batalla que he afrontado es superar el desánimo que me da ver como la situación en mi país va de mal en peor, pero si la vida avanza yo debo avanzar con ella. Me dediqué a mis estudios, mi familia y mis amistades; me siento desde entonces más independiente y confiada y me atreví a hacerme el tatuaje que siempre quise, terminé el segundo semestre y sigo en el tercero, y mis expectativas para este año que comienza son, como ya dije, muy altas.

En este año 2018, tengo el gran deseo de conseguir la libertad de mi país, sueño con ver cada día menos personas comer de la basura, y más medicinas para los enfermos, espero avanzar y mejorar con mis estudios, ser más feliz con mi familia, hacer más locuras y vivir más experiencias emocionantes y buenas con las personas que amo, y simplemente crecer, madurar y seguir mejorando como persona, así que, 2018, te temo tanto como te ansío, y estoy lista para vivirte. Sin más que decir, pues enhorabuena, ¡que venga lo bueno!