Quién Ganó el Debate?

                

La clásica pregunta el día después de cualquier confrontación pre-electoral, es sobre cuál de los dos contrincantes se llevó la mejor parte de la preferencia de los potenciales electores.

En el caso de anoche, a pesar de ser el primero de tres debates, el clima de la contienda parece no haberse definido del todo. Según Twitter, la tendencia es que Trump fue el triunfador, pero otros elementos como las tendencias en las búsquedas de Google, por ejemplo, dan una muy marcada tendencia a que la representante del partido demócrata se lleva la delantera en una proporción 60-40.

Para quien estuvo pegado al televisor, la verdad se cuenta en dos etapas: al principio, con un Donald Trump bien parado, firme y queriendo marcar su estilo inconfundible, y un tercio más adelante con un desinflado carácter que no supo enfrentar los verdaderos asuntos de estado. Para Trump, que está acostumbrado a ofender y a denigrar del oponente, esta vez no pudo colocarse en el punto de bateo y mas bien recibió duros golpes de una firme Hillary. Incluso nombres desconocidos para la audiencia norteamericana, como Alicia Machado (la ex-Miss Universo venezolana) surgieron para darle una lección sobre sus comportamientos misóginos y racistas.

Destacó el hecho de que el candidato republicano no supiera manejar adecuadamente sus finanzas, y que aparentemente tenga una deuda multimillonaria con Wall Street. El manejo de su patrimonio está manchado por al menos 6 ocasiones con default y declaraciones en bacarrota. Hillary Clinton, por su parte aún debe una explicación adecuada para sus más de treintamil correos electrónicos con manejo, por decir lo menos, descuidado.

Pues lo cierto en esta contienda es que apenas comienza. Los próximos encuentros no serán fáciles de digerir para ninguno de los dos candidatos. Por una parte Trump, barriendo a los detractores y haciendo política mediática que es lo que sabe hacer: por la otra, Clinton incitando a votar en contra de quien, según ella, no está capacitado para el cargo, y consecuentemente, convertiría la Casa Blanca en uno más de sus reality shows. 

Imagenes cortesía de Getty Images y Diario La Prensa