Fueron tantas noches en vela por estar vacía a causa de tu partida, que hoy, donde he amanecido sintiéndome viva, no puedo creer que exista otra hermosa manera de desvelarme que no te implique del todo.
Espero no me mal entiendas, desvelarme junto a ti es una maravilla del mundo, cosa que quisiera realizar para toda la vida. Pero esta vez, este escrito no va sólo dirigido a ti, sino que además, se lo quiero dedicar a mi familia y los momentos que nos rodean.
A 21 días de mi partida he podido experimentar la felicidad pura de estar con mis seres queridos y que las horas parezcan minutos, es una clase de alegría distinta a la que vivo a tu lado, pero igual es valiosa. Disfruté de ver la sonrisa y el ánimo de cada uno, y no pude evitar pensar en cuanto los echaré de menos... A veces la vida es un poco injusta, pierdes a algunas personas de tu lado pero ganas a una de las más importantes ¿qué a caso no se puede tener a todos? ¿no existe esa clase de "equilibrio"?
La vida a veces puede ser injusta
Pero luego lo recompensa con tu risa
Con tu mirada
Con tu aroma
Con tu voz
Con tu existencia.
Sé muy bien que este escrito es algo raro, tienes que estar al consciente que mi cerebro a esta hora ya no coordina muy bien las palabras, así que podrás encontrar en ellas una mezcla de melancolía, con emoción y amor, pero como te he dicho antes: tengo un torbellino de sentimientos dentro de mi, y de nuevo no podía irme a dormir antes de plasmarlos aquí.
Momentos como estos los llevaré en mi corazón para siempre, donde no importa tomarte una cerveza a las 5:40am porque estás disfrutando con la gente que amas, ¿y qué pasa con el dolor de pies? Se olvida ¿las ganas de dormir? Se fueron ¿la resaca? Se pasa.
Sólo quedan las ganas de compartir y capturar esos momentos para toda la vida, en mi corazón.
21 días para dejar de ver a mi familia.
21 días para verte.
¡Por cierto! No sé si pudiste notarlo, pero estás presente en todo.
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