Cuentos cortos provenientes de un sueño - Escribiré un sueño que me gusto mucho y no olvidare

Primero me gustaría decir a quien lea este pequeño relato, que si, este cuento viene de mis sueños y me alegra poder tener una imaginación tan grande que ni la realidad puede parar. Con esto escrito comienzo mi pequeña historia. Se reservan todos los derechos.

Hace mucho tiempo en una tierra extraña, existía en un reino muy hermoso, con prados enormes y bosques interminables. Allí vivía un rey, que por muchos años gobernó con justicia y sabiduría, pero había enfermado y su hijo, un muchacho joven pero con grandes habitaciones y liderazgo, seria el siguiente sucesor del trono. Su pueblo,aunque era pequeño también era muy prospero y su gente trabajadora.

El castillo era habitado por el rey, su hijo mayor, sus siete pequeñas hijas y la servidumbre del castillo. Las princesas eran el tesoro del rey, no llegaban a la edad de 10 años, eran traviesas y les encantaba jugar en el jardín del castillo, tan lleno de flores y tan colorido como las pequeñas niñas. Cada una de ellas vestida de un color diferente, eran literalmente como un arcoiris.

Yo desperté en un prado muy hermoso y a lo lejos vi a esas pequeñas niñas jugando entre las flores. Me levante y me acerque a ellas, tal parecía que no se percataban de mi presencia, y exactamente era así, no me veían, me sentí ansiosa por un momento y luego me calme. Camine hacia el castillo, encontrándome con un pasillo, con unas columnas a un lado que daban hacia el jardín y al otro lado una pared con algunas puertas. Caminaba por allí fijándome en la estructura y de vez en cuando veía a las pequeñas niñas. Me detuve frente a una reja de madera con enredaderas en ella que se encontraba hacia las columnas y vi a través de ella el jardín, todo se veía hermoso. Escuche un ruido a un lado y voltee rápidamente mi cuerpo, caí al piso y me quede congelada, de repente la felicidad que sentía se había ido, sentía mucho miedo. Mire hacia un lado y las princesas se había ido. Volví la mirada hacia el frente, nunca había visto a una criatura así, era un lobo blanco, su pelaje era hermoso, pero sus ojos reflejaban ira, eran rojos y estaba gruñendo. Estaba a unos metros de mi, estaba aterrada, sentí que moriría en ese momento, pero con todas mis fuerzas me levante y corrí hacia una de las habitaciones del pasillo, me encerré allí, esperando a que se fuera. Yo me oculte detrás de un escritorio y abrieron la puerta. Un grupo de personas, pertenecientes a la servidumbre entraron quejándose de haber oído algún ruido,pero no encontraron nada, tampoco podían verme.

Salí de allí con miedo, pero el lobo ya no estaba. Camine con inseguridad, no quería encontrarme con el otra vez. Entre a un salón enorme con vitrales por todos lados, era como una capilla, era hermosa y las princesas estaban allí, jugando con la luz que se reflejaba en los cristales. El rey también se encontraba allí, sentado en un trono, casi sin poder erguirse y su hijo, el príncipe y próximo rey estaba sentado a un lado de el. Yo caminaba hacia el rey lentamente, parecía ser que nadie me podía ver, así que me arriesgue. El rey hizo una mueca de asombro, mirando hacia mi dirección, pero no dijo nada, me di cuenta de que me estaba mirando y salí rápido de allí. Camine rápidamente y sin darme cuenta estaba atravesando las paredes y elevándome del suelo. Me emocione y volví a la sala donde estaba el rey pero esta vez los miraba desde otro angulo. Las princesas salieron de allí, de nuevo hacia el jardín y yo seguí al príncipe que iba en dirección a un gran salón y se puso a entrenar.

Me percate de otra presencia allí, sabia quien era y volví a quedarme sin fuerzas, mire hacia el frente y allí estaba el lobo viéndome, pero esta vez su mirada era tranquila, se acerco a mi y se acostó a mi lado, cabe decir que estábamos en el aire. Lo acaricie y se sentía tan real, me sentía tranquila...

Lastimosamente eso es todo, los sueños no pueden ser eternos, me hubiera encantado seguir allí, pero las personas no podemos alejarnos de la realidad mucho tiempo.

Espero que les haya gustado y no se olviden de comentar. Un saludo

Valeria.