Hace poco estuve hablando con una amiga sobre mi manera de ver las amistades, no es una conversación que suela tener, pero fue interesante el compartirlo y comparar las opiniones, no todos ven las amistades de la misma manera ni han tenido las mismas experiencias.

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Cuando estaba en mi época del liceo no era de tener muchos amigos, tenía unos pocos con los que siempre hacía tareas, pero era un poco frustrante, los tenía para el estudio pero poco los tenía para más que eso, nuestras formas de ser y pasatiempos no encajaban para nada, y yo no era mucho de salir, mucho menos a donde se acostumbraba en esa época, los matiné . Otra cosa que suena algo pedante pero así lo llegué a sentir, es que muchas eran las ocasiones donde yo podía aportar o ayudar pero pocas eran cuando podía recibir o apoyarme en los demás por el simple hecho de saber más que la mayoría o que sentía que no les interesaba lo que estábamos estudiando y tenía que tomar las riendas si quería salir bien (recordemos que hablamos de un entorno escolar), echándome "enemigos" encima, más obteniendo desprecio que haciendo enemigos, no llegaba a tanto.

Sí hubo sus momentos donde algunas personas demostraron valer la pena, de hecho me defendieron de esos que hablaban pestes de mi por una tontería que hice y borré en facebook como un comentario tonto por lo atareada que estaba, aunque me dejaban la responsabilidad del proyecto a mi y se iban tranquilos a sus casas mientras yo me enfermaba por el estrés, pero esas amistades no sobrevivieron a la graduación a la que ni quise ir, no son más que conocidos ahora. Pasa que con el tiempo las amistades se marchitan si no se cultivan o si no eran verdaderas.

Para que una amistad tenga valor para mi se necesita que pueda tanto dar como recibir, aprendí de experiencias anteriores que una cosa es dar sin esperar recibir algo a cambio y otra es siempre ser la persona que da de sí mientras que la otra solo recibe sin que le importe estar aprovechándose. Además esa amistad debe tener un valor intelectual, está genial poder hablar de tonterías y reírse, salir a beber y todo eso, hace falta, pero si eso es lo único que se puede hacer y nunca se puede hablar de temas más profundos entonces es solo una distracción. Yo particularmente tiendo a meter entre una conversación sobre una payasada que leí en facebook y lo que se me antoja comer alguna cosa sobre arte, ciencia o política, usualmente curiosidades que me vienen a la mente o análisis intentando comprender alguna cosa que pasó, probablemente el mismo chiste del que hablaba antes, y cuando me siguen el paso o al menos se interesan en lo que digo me anima a seguir la interacción. Odio cuando las personas dicen "Ay, yo no sé de eso" y son felices en su ignorancia porque no les importa que les esté explicando.

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Algo muy común para mi ha sido hacer amistades por facebook, lo curioso es que nunca son más de dos, hablo con varias personas pero realmente me intereso y converso simultáneamente con una o dos personas. En este medio para mi las personas no tienen edad, casi que ni género, para mi son simplemente otra persona del otro lado de la pantalla y los trato según su conversación, es curioso porque llegas a conocer bastante a la gente por su manera de escribir, incluso cuando no puedes guiarte por los gestos que hace, o tal vez precisamente por eso, no pueden usar más distractores que la redacción. En persona también me importa poco la edad, me puede hacer pecar eso de tratar muy familiarmente a alguien mayor, pero considero que más allá de las relaciones de estudio y laborales que requieran alguna jerarquía todos tenemos el mismo valor, y fuera de esas situaciones somos solo personas, y da la casualidad que a veces la madurez se invierte y quien aporta mayor seriedad a la situación es el menor o el menos formado académicamente hasta el momento.

Con esas condiciones está claro que no tengo muuuchos amigos, pero los que tengo los considero realmente de valor, y en lo posible, aún con otra cosa muy mía que es el no ser de sentimientos muy profundos ni muy apegada a las personas, trato de cuidarles, digamos que si la amistad terminara no me echaría a morir por eso y lo superaría rápidamente, pero mientras la relación exista y sea bonita y de provecho, me preocupo porque lo siga siendo; a veces no sé cómo corresponder a las muestras de afecto pero trato de hacerlo porque aunque espero que me entiendan y comprendan que es complicado para mi, trato de comprender a los demás y que es cansado querer a alguien que nunca demuestra apreciarlo ni sentir lo mismo. Puede que a veces no me crean esto, porque me dan mis arranques de andar abrazando y jugando, pero no es lo mismo eso que es un juego que empiezo yo misma a situaciones más directas.

Hace poco leí sobre las amistades felinas, y es realmente así, no presionar, dejar que se acerque cuando quiera, disfrutar de sus muestras de cariño por pocas o inusuales que sean y nunca pretender adueñarse ni coartar su libertad. Si tratas así a un gato, o a una persona con esa manera de ser, probablemente le tendrás más cerca y encariñada que intentando obtener esa atención por la fuerza o dándole demasiada y sobrecogedora atención.

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Muchas gracias por leer

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