Un fin de año sin mi bebé
La señora María Angélica estaba teniendo un buen año, a principios de mes estaba a gusto con su familia, compartían juntos de una buena cena, muchas de sus tardes dormía con su hijo José, tenía una maravillosa familia, pero ahora, María Angélica lleva dos meses vistiendo de negro, dos meses donde vive pensando en la falta que le hace su hijo, llorando al menos dos noches por semana, algunas veces no se le levanta el apetito por mas buena sea la comida que tenga al frente, María Angélica no lo demuestra, pero justo en estas fechas lo pasa horrible, solo porque su bebé no esta a su lado.
La señora María Angélica estaba teniendo un buen año, a principios de mes estaba a gusto con su familia, compartían juntos de una buena cena, muchas de sus tardes dormía con su hijo José, tenía una maravillosa familia, pero ahora, María Angélica lleva dos meses vistiendo de negro, dos meses donde vive pensando en la falta que le hace su hijo, llorando al menos dos noches por semana, algunas veces no se le levanta el apetito por mas buena sea la comida que tenga al frente, María Angélica no lo demuestra, pero justo en estas fechas lo pasa horrible, solo porque su bebé no esta a su lado.
José era un adolescente común, tenía un pequeño problema, sufría de problemas respiratorios, a principio de año su madre estaba muy feliz, la señora María Angélica saltaba de la alegría porque el tratamiento en su hijo comenzaba a surgir efecto, se veía una luz al final del túnel, sin contar la alegría que tenía José.
Este adolescente siempre quiso salir con amigos, compartir una simple noche, cosa que podemos decir que si hizo, pero mas de una vez fue invitado a una simple fiesta y no pudo ir, su enfermedad le impedía salir siquiera al frente de su casa, tenía muchas limitaciones y en ese principio de año cuando recibió la noticia de que todo mejoraba, José y su madre brincaban de la alegría.
María Angélica no pensaba que podía perder a su bebé, tenía todas en contra pero siempre positiva, malas noticias fueron dadas, pero ella siempre esperaba la buena, disfrutaba cada cena al máximo, disfrutaba ver a su hijo despertar todas las mañanas sin ninguna complicación, darle el desayuno y verlo ir feliz a el colegio.
Hace dos meses, la noticia que le aterraba a María Angélica le toco la puerta de la peor manera, a las 3 A.M es despertada con un grito; José no puede respirar, lo llevan al ambulatorio mas cercano y no fue salvado, ese día no vi a María Angélica ni un segundo sonreír, no podía parar de llorar, temblaba y apenas podía caminar, su llanto se escuchaba aun a unos cuantos metros de ella.
En esos momentos es que nosotros como terceras personas pensamos; Joder ¿Así de tanto me ama mi madre? empezamos a valorar mas las cosas, nos volvemos mas seres humanos y dejamos que los sentimientos actúen por nosotros.
¿Cómo la pasará la señora María Angélica cuando sean las 12:00 y comience el año nuevo? Solo se que ese llanto de volverá al no tener la mano de su bebé junto a la suya, al mirar al cielo y recordar que su bebé no esta a su lado.
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