La historia de mi mejor amiga y yo ❤️✨
Antes de comenzar a leer la historia les sugiero esta canción instrumental de fondo, queda muy bonita en conjunto con la historia, sin más preámbulo debido a que la historia es muy extensa, acá está:
Hace cuatro años tuve la maravillosa dicha de conocer a una persona que me cambiaría la vida por completo, sólo que, en ese momento yo no lo sabía. Callada y discreta, con una piel morena cautivadora, serena, con unos rizos en el cabello que no importase cuanto los estiraras volvían a su lugar, así, tan sencilla y tan ella, la conocí. No hay mucho detalle que pueda interesar, comenzamos en noveno año de bachillerato en el mismo colegio, y yo como buena chica asustada de conocer nuevas personas me senté en la parte trasera del salón. Ella llegó un poco tarde y se ocupó en el único asiento disponible, el que estaba delante de mi, y pasadas unas horas y un cambio de materia, comencé a aburrirme demasiado, y me llamó mucho la atención su cabello peculiar, y comencé a jugar con sus rulitos, estirándolos y escogiéndolos como si no tuviese más oficio que ese. Ella se volteó y me preguntó que hacía, le dije que jugaba con su cabello y que me gustaba mucho, ella me dio la gracias, y aunque mucho después me contó que no le gustaba que le tocaran el pelo, ella nunca me dijo nada. Al desayuno de ese día en el colegio nos sentamos juntas y comenzamos a hablar con un grupo de compañeras del mismo salón, le pregunté su nombre y me dijo "Me llamo Stiffany" y yo, con los ojos como dos platos gigantes, le dije "Y el mío es Tiffany"... así floreció la mejor amistad que he tenido y tendré.
{Aquí pueden ver sus rulitos}
Como buenas niñas de 13 años, éramos muy inmaduras y vivíamos la vida sin ver las consecuencias de nuestros actos, ni de nuestras palabras, por ende caben en mi memoria mil y unas discusiones y fuertes peleas que tuvimos al comienzo de nuestra amistad, e incluso una de ellas casi nos cuesta estos cuatro años, que este año son cinco, de amistad. Increíblemente, nunca nos rendimos una de la otra, y era absurdo, pero cuando no estábamos juntas hasta me sentía mal, y en este punto de la historia, casi no teníamos tiempo de amistad, pero era enorme el cariño que nos teníamos, y lo mucho que nos necesitábamos. Conforme fue pasando el tiempo, aprendimos mucho del valor de una amistad, lo que era guardar un secreto, que la vida de tu mejor amiga no le interesaba a nadie más, así que no debías divulgarla, que es mejor discutir en vez de pelear, y que diciendo las cosas que nos molestaban a una de la otra se llegaba más lejos. Todas éstas cosas las pusimos en práctica y conseguimos consolidar una preciosa amistad, un lazo dorado que nadie podía romper, y que juntas conseguimos una hermana por elección.
Nuestras familias nos adoraban, recuerdo que mi mamá odiaba a Stiffany desde un principio, por todas las peleas que tuvimos, pero luego, cuando nuestra relación mejoró tantísimo, toda mi familia comenzó a amarla, y por mi parte y la de su familia, fue lo mismo, hasta llegar al punto donde incluso nos tratamos con una confianza increíble, y donde el "señor y señora" desaparecieron y encontré las palabras de reemplazo "mamá y papá", los segundos, claro.
Cuándo estábamos en 4to año me tocó pasar uno de los momentos más tristes de mi vida, y una de las depresiones más fuerte también, que fue a consecuencia de mi segunda ruptura, la primera si contamos la seriedad del asunto, y aunque cualquier persona pudiese pensar que sería una tontería a mis 15 años de edad, pues no, no lo fue. Stiffany estuvo allí para mi en todo, jamás me dejó sola en ningún momento, me apoyó como nadie nunca, y me cuidó como una segunda madre.
No obstante no todo fue color rosa, en ese mismo periodo de tiempo dejamos entrar a una persona a nuestro dúo inseparable, para que se convirtiera en un "trío dinámico" de mejores amigas, a esta tercera persona no la llamaré por su nombre, puesto que así como entró de rápido, así mismo salió. Esta tercera persona consiguió incluirse en nuestro grupo muy fácilmente y como nos cayó tan bien, Stiff y yo la dejamos entrar. Poco a poco, esta persona se fue pegando cada vez más a mi, y sin darme cuenta empezamos a excluir más a mi verdadera mejor amiga de todo lo que hacíamos, estaba tan cegada por la llegada de una nueva persona que nunca caí en cuenta de nada de lo que diré a continuación. Comenzó a alejarnos poco a poco, e incluso llegó a decirnos cosas -por separado- que una había dicho de la otra, y aunque siempre lo hablábamos entre nosotras y no nos molestábamos, nunca nos dimos cuenta de la realidad de quién era ésta persona. Un día simplemente ésta persona decide sacarme todo lo bueno que había hecho por ella, sólo que desde su punto de vista era malo, las mentiras de sus argumentos, y el hecho de que dejaba de hacer algunas cosas que no me correspondían hacer por obligación si no porque quería, para ella era un delito eso. Diluimos nuestra amistad cual agua y sal, y eso me provocó un infierno para los siguientes meses a eso. Aunque no me haya dolido su partida, no se iba de mi vida por completo, debido a que la guerra fue conmigo, ella se acercó mucho a Stiffany, cosa que antes nunca había hecho, y tuve mucho miedo de perder a mi mejor amiga por esta otra persona, ya que le metía ideas en la cabeza, le hablaba mal de mi, y yo era tema de conversación por parte de la tercera persona cada vez que Stiff y ella se veían. Un día Stiff se desapareció de tal manera que no contestaba mis llamadas, mensajes, ni señales de humo -exageración-, y decidí aparecer en su casa, la encontré con un ánimo por los pisos y envuelta en una depresión debida a esta misma tercera persona, ese día pasaron dos cosas, comencé a acostumbrar aparecerme de sorpresa en su casa, y nuestra amistad se fortaleció de tal manera que todos mis miedos de perder a mi mejro amiga por una tercera persona se fueron. Finalmente, un tiempo después debido a otro problema parecido al mío entre ellas dos, esta otra persona sale por completo de nuestras vidas, y es allí entonces cuando decidimos Stiffany y yo hablar sobre todo lo que fueron sus actos y nuestro tiempo como "amigas", y nos dimos cuenta que esa niña era una mitómana, y que todo lo que hacía y decía era con un propósito de lastimar o dañar a los demás. Eventualmente cerramos ese capitulo de nuestras vidas y continuamos nuestra vida feliz.
Uno de los mejores días de mi vida, y que hemos pasado juntas fue el día de nuestra graduación de 5to año. Se aproximaba el día de la graduación, y los padres de Stiffany deciden irse a Panamá a probar suerte a ver si les iba bien, para luego decidir si se la llevaban a ella y a su hermano, y se regresaban. Ésto le bajó mucho el ánimo a Stiff, y aunque ofrecí pagarle el paquete de graduación más de una vez, porque en ese momento el bolsillo me lo permitía, ella insistió que no, y no pude cambiar su opinión, y realmente la entendía. El día de la tan esperada ceremonia, donde debes asistir con el uniforme de la institución, y te condecoran con medalla y diploma, llegó y me entristecía mucho tener que pasar por uno de los mejores momentos de mi vida sin mi mejor amiga, pero no iba a quedarme de brazos cruzados, yo tenía un plan. Tuve que esperar a que transcurriera toda la ceremonia y me diesen mi medalla y mi diploma.
Al terminar terminar toda la ceremonia hablé con la chica encargada de las medallas y los diplomas y le compré una medalla sobrante, y me dirigí a su casa sin que ella supiese nada y quedé con una amiga que también se graduaba con nosotras en un restaurante, ella fue y nos esperaba allá mientras yo realizaba la sorpresa. Cuando llegué a casa de Stiffany, me guardé su medalla en el bolsillo, y me quité la mía, entré y la saludé y le dije que iba saliendo del teatro donde había sido la graduación, y que necesitaba que se pusiera el uniforme, ella haciendo mil reproches y yo sin contestar nada, logré que se lo pusiera. Debido a que sus padres estaban en Panamá, ese día ella estaba en su casa con 2 de sus tías y su hermano. Luego de ponerse el uniforme salimos a la sala, y saqué su medalla de mi bolsillo y le dije "Por el poder que se me otorga, te nombro oficialmente bachiller de la República Bolivariana de Venezuela" mientras le colocaba su medalla. Ella no tuvo más reacción que romper a llorar, abrazarme y decirme que era la mejor amiga del mundo. Las tías lloraron, ella lloró, yo lloré, un acontecimiento tan lindo que causó tantas lágrimas.
Nos fuimos al restaurante y pasamos lo que sobró de tarde y noche juntas, fue un día increíble cada parte de él.
Hoy en día, luego de 4 años de haber comenzado nuestra amistad, ella se encuentra desde hace un año en panamá, el día que se montó en ese avión, fue uno de los días más tristes de mi vida, y creo que nunca había llorado tanto, debido a esto, todas las fotos que aquí anexo son viejas, pero hoy en día nuestra amistad sigue intacta, tenemos 18 años ambas, y aunque en la distancia, seguimos siendo las mejores amigas que existen. Hablamos mucho y nunca dejamos de comentarnos las cosas que vivimos día a día. Tengo la esperanza de volverla a ver muy pronto, aunque el país donde está no sea fácil, aunque no quieran a los venezolanos, y aunque se le compliquen muchas cosas como el trabajar y estudiar, sé que está en un mejor lugar que aquí en este país, dónde probablemente estuviese pasando hambre y muchas otras calamidades, debido a que su situación económica nunca fue del todo buena. Hoy en día agradezco a Dios y al universo, que nos hayan puesto a una e la vida de la otra. Juntas, hemos aprendido mucho, hemos vivido mucho, y hemos fracasado mucho, pero todo ha valido la pena si lo he hecho en compañía de una de las mejores personas que he podido conocer. Espero con ansias su regreso a Venezuela, para poder llevarla a todas las discotecas que no ha podido disfrutar, para presentarle a mi novio, para hacerla reír como antes, y para poderle dar todo el amor que no he podido darle durante todo este año.
Con amor, para Stiffany.
Foto de ella, su cuñada, su mamá y su papá, en panamá.
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