Alicia en el país de las delicias/ PARTE I.

Un día nublado y frió, ella necesitaba llegar a su trabajo a tiempo y justo ese día perdió el tren y le toco esperar unos minutos más, ya estaba de mal humor pensando que era un mal día pero en ese instante apareció él con una mirada intimidante directo hacia los ojos de Alicia, y ella sin poder evitarlo quedo sonrojada ante ese momento. Él sin duda se dio cuenta y sin perder tiempo le hablo, diciéndole que nunca había visto una mujer que se viera tan hermosa sonrojada.

Él tren ya estaba a punto de llegar y en el momento que ella iba a montarse él le dio un papel con su número de teléfono y una cita para las 9pm en un restaurant de la ciudad junto con una nota que decía “el reloj no para y nosotros no estamos para perder tiempo”.

Alicia sin duda se intimido mucho ante tan interesante propuesta del chico y mientras iba vía en el tren no podía dejar de pensar en lo que le transmitió en esos pocos minutos que se cruzaron. Ella entro en calor con solo imaginar todo lo que podría pasar si llegaban a verse en la noche.

Transcurrió el día y ella salió de su rutina tan aburrida del trabajo, llego a su casa muy exhausta y recordó que tenía una cita pendiente para las 9pm. En ese momento le escribió a el chico diciéndole que tomará su consejo, que sin duda estará en ese lugar a la hora acordada.

Ella se baña, se viste y agarra sus llaves del carro para ir directo al encuentro…

Y ahí está él, esperándola ansioso y cuando la ve se deslumbra con su mirada al llegar Alicia, sin duda alguna ella estaba esplendida para él, y él estaba muy apuesto y elegante vestido para ella. Un encuentro que terminaría sin saberlo los dos cambiándoles la vida ese día.

Comieron y charlaron por horas, los dos sonriendo sin parar, viéndose directamente a los ojos, conociéndose pero a la vez sintiendo que se conocían de toda una vida, la química y la alquimia estaba elevada en ellos, compaginaban a la par.

Llego después el momento donde él le agarro la mano suavemente y le ofreció irse a otro lado más íntimo donde pudieran seguir la conversación. Alicia le contesto con una sonrisa pícara que no hay problema y así los dos se montaron en el carro del chico apuesto directo a su destino llamado hotel.

El pide en la recepción el cuarto más lujoso y mientras Alicia se distrae el aprovecha para pedir rosas en la cama y champaña en la habitación, sin duda alguna quería que fuera una noche especial donde ella se sintiera cómoda junto a él.

Al entrar a la habitación Alicia se sorprende por todo lo que ve, ella nunca había estado en un lugar tan bonito, nunca nadie había dedicado a querer regalarle un momento tan especial para ella, se sentía importante en ese instante por primera vez para alguien, y el no dejaba de verla con ojos de deseo.

Él abre la botella de champaña con una sonrisa pícara viéndola a los ojos, le sirve una copa y en el instante que Alicia va directo a agarrarla él la toma de la otra mano fuertemente y la desliza hacia su cuerpo besándola con todas las ganas como si no quisiera perderse ni un segundo más sin poder probar la delicia de sus labios. Los dos empiezan a besarse suavemente y a la vez desesperados, metiéndose la lengua hasta el fondo, saboreándose una y otra vez por los labios, succionando toda la galaxia que podía estar en sus bocas y sus respiraciones se aumentan más y más, en eso Alicia suelta la copa y se le pega más a él pero increíblemente ni un segundo se despegan de sus labios, ella no había probado unos besos tan ricos como los que él le empezó a dar.

Alicia como se moja ante eso que él le susurra, estaba sorprendida de que nadie había podido lograr tanto en ella, que nadie la había mojado solo con besarla así que sabía que no iba a querer escaparse de él esa noche.

Los dos empiezan a morderse los labios, y poco a poco él empieza a recorrer su mano por el cuerpo de Alicia, la recorre desde la nalga hasta arriba de su pecho donde desde afuera de su vestido empieza a tocarle las tetas y ella se acelera mucho más rápido, él le pasa la lengua por el cuello y en eso le quita el vestido y enseguida el sostén, estaba desesperado por tocarle más las tetas, por apretárselas ricamente como a ella le excita. En eso Alicia le pone las tetas en su boca y poco a poco el empieza a pasarle la lengua alrededor de sus pezones y sus cuerpos se mueven como obra de arte con música, y que durito se le pone el pezón a ella, él se lo muerde y lo jala solo un poco tocándole la puntica nada mas de su pezón, las ganas de ella aumentan y empieza a gemir, él se excita con escucharla y verla como cambia la cara.

Los dos excitados, y él se quita la ropa rápidamente, Alicia se queda boba viendo semejante cuerpo, todo en forma con su abdomen justo para comérselo con ganas y el enamorado de la belleza también del cuerpo de Alicia, de las grandes tetas y la definición de sus nalgas.

Él se le acerca de nuevo y la ve con ojos de mucha pasión, le brillan con una gran intensidad y ella ansiosa por todo lo que quería de él, por todo lo que estaban teniendo. Se pegan y siguen pasando la lengua mutuamente por sus cuerpos, el la acaricia y le succiona toda la teta a Alicia, se la quiere tragar toda si es posible y ella se la mete más en la boca de él.

Ella se moja más y le pide a él que le haga sexo oral que se la chupe así de rico como lo hace con sus tetas, sin duda él se vuelve loco y le quita la pantaleta desesperado, y va directo a meter la lengua a su vagina, ella se excita y sigue gimiendo más, como se mueve sintiendo que ha llegado al paraíso ante todo lo que le ocasiona él.

Le pasa la lengua suavemente alrededor de la vagina y después se la abre para metérsela adentro de su hueco y ella se retuerce de deseo apretándole la cabeza con fuerza, y más le mete la lengua, se la saca y se la mete, saboreándole toda la vagina. Se la apreta y se la muerde con todas las ganas, y ella se enciende de pasión mucho más…Dios! Que sensación tan rica da el hacerle sexo oral.

Los dos arden y arden de deseo y ella con todas las ganas de corrérsele en su boca, lo apreta más fuerte y él le succiona más la vagina y en eso ella empieza a explotar y gritar de pasión y se le corre en ese instante.