Carpe Diem. El regreso de @thesteemadvocate buscando sentido a la condición humana.
Carpe diem. Vivir el momento, un día a la vez.
Un miembro de mi familia esta enfermo, muy enfermo. Tiene cáncer, en una zona poco honorable del cuerpo, da igual, su situación no va a mejorar. ¿Entonces qué? ¿Qué hacer? El devenir del tiempo a veces es cruel, insensible y sobre todo inesperado, y en esta reflexión quiero detenerme. Veo a este hombre arruinado, incapaz de aceptar su nueva realidad, una realidad miserable a la cual el viento de la vida lo ha empujado de un día para el otro. Lo veo queriendo ser un hombre que ya no existe, incapaz de ver que sigue existiendo, pero que es otra cosa, quizás peor, pero sobre todo una cosa viva. Lo he escuchado decir, “cuando me recuperé podré ayudarte con ese trabajo”, en otras palabras ha caído en el autoengaño, en la negación. Será que se está preparando para morir? o es el duelo de la muerte del hombre que ya no es. De cualquier modo la situación es igual, una persona desorientada, incapaz de tomar conciencia de su situación. Volviendo a la reflexión pienso... la vida suele llevarnos por caminos insospechados, pero solo cuando la desgracia nos golpea pareciera ser que renegamos de esa incertidumbre, ¡como si no estuviese hecha de incertidumbre la materia del destino! Y aquí esta este hombre, arruinado, pero vivo e incapaz de darse cuenta que es mucho peor estar muerto, y que cada segundo que vive es un regalo.
Ahora quiero hablarles de otra persona, de la compañera de ese hombre enfermo. Ha sido su esposa durante 30 años y carga a regañadientes con la resposabilidar de cuidar de este hombre que apenas llega a reconocer. Y llora, sufre, porque sabe que no va a mejorar, sabe que en cualquier momento su marido se va a morir.
Y pienso… acaso usted, yo, todos ¿no corremos la misma suerte? ¿acaso no vivimos al filo de la muerte? Solo basta un pequeño accidente, un poco de mala suerte, un mal día, estar en el lugar equivocado en el momento equivocado, resbalar en la ducha, una aneurisma, la picadura de un mosquito, un conductor distraído… y chau, todo se termina de un segundo al otro.
Comprendo entonces lo que increíblemente logramos ignorar, que esta existencia es finita, que no hay certezas, que no hay permanencia, todo cambia, todo se mueve, todo vive y muere para que otro viva y muera y así sucesivamente. Pero hemos logrado engañarnos, para creer en algo que no existe, en algo que contradice la esencia misma de este cosmos, para dar por sentado que somos algo más, algo más que una aleatoria combinación de polvo estelar, átomos y energía, que indefectiblemente se transformará en otra combinación miscelánea de polvo estelar.
Y veo a ese hombre y a esa mujer, que en su desgracia no pueden ver que siempre estuvieron igual de cerca de la muerte como lo están ahora. Que no hay tiempo que perder, que la vida es hoy...y mañana quién sabe.
Esta historia esta basada en hechos reales, aunque no está basada en mi experiencia como abogado, me he tomado el atrevimiento de compartir algo personal, sobre un tema que atraviesa todas las preguntas sobre la condición humana.
He tenido un par de semanas difíciles, llenas de trabajo y malas noticias, he pensado en abandonar esta red, pero luego pensé en lo bien que me hace compartir estas cosas y, como ven , tomé la decisión correcta, seguiré aquí.-