Mí viaje en busca del símbolo perdido/ Parte 1

Mí viaje en busca del símbolo perdido comenzó con una noche tranquila en Washington, D.C, todo iba bien, mí acompañante Robert Langdon se estaba preparando para dar una conferencia inesperada en el Capitolio. Cuando de repente todo se volvió un caos total, había gente gritando por un objeto que se encontraba cerca de donde estábamos, fuimos a investigar cuál era el detonante de tanto alboroto, cuando vimos era un objeto perturbador, ingeniosamente codificado con cinco símbolos, era una mano, que según mí acompañante era la mano de los misterios, y le pertenecía a un gran amigo de él, Peter Solomon, el objeto era una invitación. En ese momento llega el director de la policía del Capitolio, Trent Anderson y la directora de la oficina de seguridad de la CIA, Inoue Sato.

Mí acompañante se aleja un poco y hace una llamada al sujeto que nos había traído hasta ese lugar. Ya yo estaba sospechando que todo eso de la conferencia era una trampa en la cuál ambos habíamos caído y lo peor era que no había vuelta atrás.

Mí acompañante descubre que alguien tiene secuestrado a Peter para encontrar la pirámide masónica, la cual los masones creen que se encuentra enterrada en algún lugar de Washington y que traza un mapa en dirección a la palabra pérdida. Dicha palabra, según la leyenda, está escrita en una lengua muy antigua y concede a la persona el conocimiento de todos los misterios de la humanidad.

Este lunático que se llama a sí mismo Mal'akh, le da un ultimátum a mí acompañante, o encuentra y descifra la pirámide o Peter Solomon morirá.

Cada vez la noche se ponía más extraña, teníamos que cooperar con un lunático y mantener la calma en el intento.

Para colmo tuvimos que soportar un breve interrogatorio por parte de la agente Sato. Luego mí acompañante encuentra una nueva información en la palma de la mano del señor Solomon, era un código en el cuál descubre un altar masónico oculto en una habitación del subsótano del Capitolio y allí, escondida, una pequeña pirámide sin vértice. Sato incita a mí acompañante a descifrar cualquier mensaje oculto, pero este no deja de repetir que todo se trata de una leyenda y que en cualquier caso no existe ningún lugar en la capital que reúna la clave a los misterios de la humanidad. Pero, Sato, en cambio no está del todo de acuerdo y cree que alguien capaz de secuestrar a Peter Solomon y colocar su mano cercenada en el mismo Capitolio tiene información acerca de la existencia real de dicha pirámide.

Sato enfrenta a mí acompañante con los rayos X de seguridad que fueron tomados de su bolsa cuando este entró al Capitolio, lo cual revela una pequeña pirámide que mí acompañante trajo a la supuesta conferencia en respuesta a la petición del secuestrador que se hacía pasar por Solomon. Debido a que el paquete había estado sellado por años, mí acompañante no era consciente de su contenido, pero Sato, descontenta con esto intenta detenernos. Sin embargo, antes de que pueda arrestarnos, ella y Anderson son atacados por Warrem Bellamy, el arquitecto del Capitolio y francmasón, que escapa junto a nosotros durante el tumulto.

El lunático de las amenazas Mal'akh es un francmasón con tatuajes cubriendo casi todo su cuerpo. Se infiltró en la organización a fin de obtener una antigua fuente de poder, la cual cree que mí acompañante puede descifrar para él a cambio de la vida de Peter.
Se conoce también que la CIA está persiguiendo a Mal'akh por asuntos de Seguridad Nacional.

Mientras el caos iba aumentando en otro lado de la ciudad el lunático Mal'akh destruye el laboratorio de la doctora Katherine Solomon, la hermana menor de Peter, en el laboratorio ha llevado a cabo experimentos en ciencias noéticas.

Mí acompañante minutos antes había hecho una llamada a Katherine Solomon la cuál le salvaría la vida, pues el lunático solo quería una cosa de ella, matarla, y deshacerse de toda la información que está poseía en el cubo, su laboratorio.
Al cabo de algunos minutos nos encontramos con ella mientras seguíamos en nuestra huida. Mí acompañante empieza a descifrar la fecha y el símbolo que habíamos visto anteriormente en la caja del vertice que según resolvería todo el misterio, concordaba perfectamente con un cuadro que databa 1514 y era de Alberto Durero.


Fuente

Melancolía 1 era una de las grandes y más misteriosas obras de Durero se caracteriza por su iconografía compleja y su simbolismos. Es una composición alegórica que ha suscitado diversas interpretaciones.
En ella se puede ver una figura pensativa, provista de enormes alas, se trataba de un Ángel, esta sentada ante una construcción de piedra, rodeada de una extraña colección de objetos, una balanza, un perro famélico, instrumentos de carpintería, un reloj de arena, una campana, un cuchillo y una escalera.
Se dice que el personaje alado es una representación del genio humano. Un gran pensador, abatido, que no es capaz de alcanzar la iluminación. Esta rodeado de todos los símbolos del intelecto humano. Objetos que pertenecen a los campos de la ciencia, las matemáticas, la filosofía, la naturaleza, la geometría e incluso la carpintería y sin embargo todavía no puede subir a la escalera que lo conducirá a la verdadera iluminación.
Pero el cuadro oculta una serie de números que están en un cuadrado mágico, al sumar los números da 34 en todas sus formas.

Este cuadro ayuda a descifrar un poco la leyenda, pero no del todo, aún faltaba partes por descifrar.

Ha Katherine se le ocurrió la brillante idea de usar la alquimia para descifrar la pirámide como tal. Ya había puesto la misma en un recipiente para pasta, sumergió la pirámide y el vértice a una temperatura de 33 grados Newton.

33 grados en la francmasonería es Soberano gran inspector general de la orden, un número muy importante para los masones y para revelar el secreto de la pirámide.

Después de un largo rato de espera, la pirámide arrojó un lugar en específico, decía "8 de Franklin Squeer, el secreto se encuentra en su Orden"