Amor, una Ventana Dorada

        

        Observo la ventanilla desde el carruaje dorado resguardando en sus adentros la esencia sublime del amor inglés. Respiro el aire de los árboles con olores a tierra virgen. Las nubes aglomeran en su interior gotas inmersas a través de sus propias fragancias cristalinas. Giré mi rostro observando ese perfil sereno; en tu mirada se posa una suave relajación innata, tranquilizando el entorno debido a tu sutil y obvia naturaleza humana, ese reconfortante estado que demuestra en ti su propia presencia cargada de reservas; aquel simple hecho hace crecer en mí curiosidades fugaces.    

    —¿Qué estará pensando Louis? — . Sus ojos absortos en un horizonte lleno de infinidades de misterios, resaltan poco a poco los colores vivos y el verdor de la vegetación en su punto paradisíaco; sus ojos rasgados color turquesa inesperadamente... brotaron una lágrima ligera, como un algodón o diente de león viviente; en respuesta a su estado, mis ojos preocupados acariciaron su rostro melancólico dentro de un instantáneo cruce de miradas. Volteó su rostro rápidamente en un gesto de represión interna, disparando un suspiro frío desde su aliento, sintiéndolo inmediatamente en mi respiración acompasada a un ritmo lento. Tomé su mejilla con mis manos, mis guantes de seda escondían mis dedos en una suave colcha que emanaba calor; disponiéndome a sobar cuidadosamente sus pómulos tiernos... de mis labios salieron unas palabras sinceras 

— ¿Sucede algo cariño? ...

       Elevó sus cejas rápidamente colocándolas en cuestión de segundos al nivel de su frente y cerró sus ojos regando más lágrimas transparentes rodando desde su mejilla hasta su cuello protegido por su corbata azul marino; desde ese momento descubrí la vulnerabilidad masculina perpetuándose en el frío aire, aclamando por gotas de lluvias en mares oscurecidos. Escuché su fina voz expresar una triste frase… — Temo que el atardecer separe nuestro encuentro y temo absolutamente no verte de nuevo —. Lo miré absorta, tenía sus ojos llorosos como un pozo de tristezas, hondo y misterioso. 

       Alargué una sonrisa ubicada en lo más profundo de mi alma, yacía cohibida e inerte en mi interior por la preocupación que tanteaba mi mente al verlo así. Luego visité su campo vital lentamente y lo arropé con mis brazos, lo apreté tan fuerte... Viéndonos similar a dos piezas de rompecabezas compenetrando completamente, realizando una sola figura pintoresca y reveladora. — Amor, tu silencio suele acumular miedos que permanecen cautivos. Confía en el tiempo que brindan palabras de desahogo, sonsacando de ti todo el punzante dolor que aguantes.  — Estoy aquí, siempre estaré a tu lado… Nuestras almas se reencontrarán infinitamente entre los matorrales de la vida, con sueños y esperanzas magnificentes dentro de risas inocentes. Ahí estaremos de nuevo en un punto mágico de la tierra y te visitaré eternamente —. 

         Louis lloró más fuerte, me abrazó y besó mis labios profundamente, un beso con significados transcendentales, roces perceptibles y húmedos como una dulce fruta. — Eres el amor de mi vida —. Sentí una ligera caricia semejante a melodías puras en sus bellas palabras. — Acuéstate en mi regazo… Expresó Louis tranquilamente, implorando por un contacto que se sumerge al fondo de los asientos color marfil. Acepté su pedido y me acurruqué en él.. — Cambiaremos de rumbo, dijo mientras secaba sus lágrimas. Será un viaje largo, un viaje de años y décadas a tu lado —. Se agachó cerca de mi, susurrando suavemente a mi oído mientras acariciaba mi cabello; las palabras que muestran los significados ocultos dentro de muchas sociedades.    

          — Te amo —... Escuché sus palabras y mágicamente sentí un cansancio acogedor; desde hace un rato llovía, y se escuchaban millones de gotas de lluvia aterrizando en nuestro techo; recogí mis piernas, cerrando mis ojos pensando que lo amaría hasta que las fuerzas del mundo finalmente se agotaran y sólo en ese momento surgiría una nueva civilización en donde nuestro amor no tendría límites terrenales; bastará con demostrárselo, algunas palabras las condensa la lluvia y las resguarda en el interior de la tierra, pero estoy pertinentemente segura de que él será mi eternidad... — Te amo Louis —... Salió de mi una expresión sincera y plena como el comienzo de la vida; retratando en mi mente el descanso de los viajes espirituales, cayendo en un profundo y místico sueño.