Tan venezolana como nuestro árbol amarillo.

Viajando hacia Santa Bárbara de Barinas, en Barinas, Venezuela hace un par de días a las 6:10 de la mañana aproximadamente me sorprendió un maravilloso amanecer el cual me dejo atónita mientras manejaba cuando observe la aurora matutina seguido de la salida del sol en todo su esplendor, pero no conforme con eso se interpuso ante este espectáculo, un Araguaney; mas amarillo que nunca, son hojas resplandecían.

Yo mientras tanto con ojos saltones y con el alma llena de fiesta me percate después de unos segundos en tomar dos fotos con la cámara del teléfono móvil, fotografías tipo postal que ahora mismo doy a conocer.

El Araguaney es nuestro árbol orgullo, al igual que el turpial y la orquídea forma parte de nuestros símbolos nacionales, es un árbol hermoso que alcanza hasta 12 metros de altura, crece lentamente pero sus ramas son duras y las raíces profundas motivo por el cual es ideal para adornar y embellecer calles, parques y jardines.

Dado mi admiración a estos eventos naturales que nos regala nuestra madre tierra, y a propósito del mundial y de Rusia, quiero compartir con ustedes otra aurora matutina que me regalo una amiga muy querida quien se encuentra en el país mas grande del mundo donde se celebra actualmente la fiesta de fútbol mas importante de todas.

¡amo los amaneceres!

Gracias Juliana Stevz por estos regalos.

Tambien me envió una aurora vespertina hermosa, o casi un crepúsculo.

Espero les haya gustado mis queridos amigos, le deseo el mayor de los éxitos y que los deseos mas profundos de su corazón se transforme en realidades.