COMER: MÁS QUE UNA SIMPLE NECESIDAD…
¿NECESIDAD O PLACER?
Técnicamente comer es un acto mecánico, para el que venimos diseñados biológicamente.
Cuando un bebé nace y es colocado en el torso desnudo de su madre, es absolutamente maravilloso y sorprendente ver como a través del sentido del olfato y con un esfuerzo casi sobrehumano, el recién nacido aun con sus ojos cerrados, es capaz de llegar al seno de su madre y obtener ese alimento sagrado que le permitirá vivir.
A medida que crecemos, aprendemos que comer ciertamente, satisface una necesidad biológica, pero, además se convierte en acto de placer.
Si cierro mis ojos, y pienso en un postre sublime, poderoso y único, automáticamente llega a mi mente la imagen de mi tía Jovita, con su enorme paila, la paleta de madera y su fogón de leña, laboratorio perfecto para la creación del mejor dulce de leche del mundo.
[Población de San Francisco, estado Falcón. Venezuela. 2009.]
Cuando deseo comer una buena pasta enseguida viene a mi cabeza la salsa boloñesa de mi abuela, que ni el mejor chef del mundo podría superarla, y si se me antoja comer alas de pollo horneadas, le pido a mi esposo que las prepare, simplemente para chuparse los dedos; el asado negro de mi madre no tiene parangón.
Seguramente ustedes si hacen este ejercicio, sentirán un carrusel de emociones al recordar algunos platos específicos de su vida y es que comer al fin y al cabo está ligado a la felicidad y esta a su vez a la familia.
Comer entonces significa nutrir no solo el cuerpo, sino también el alma, aquello que nos conecta con las emociones, con los recuerdos, con los amigos y la familia…
Comer en todas la culturas es un acto social, las grandes celebraciones, giran en torno a una mesa: el nacimiento, bautizos, cumpleaños, matrimonios, graduaciones, negocios e incluso la muerte, etc…
Comer es sinónimo de alegría, de fiesta, de tranquilidad, bien dice un refrán: “Barriga llena corazón contento”, “El amor entra por el estómago”.
De allí que no solo se come para vivir, sino que muchos viven para comer.
Los invito a seguir cultivando la unión familiar alrededor de una mesa. Gracias!!!