Un inicio humilde
Edward Moshole comenzó su humilde y pobre vida en Gapane, en la provincia de Limpopo en Sudáfrica. Para cuando tenía 16 años había perdido a sus padres. Perdió el octavo grado cinco años brutales seguidos. Después de mudarse a Ciudad del Cabo se convirtió en un limpiador para una empresa más grande. Fue allí donde Edward encontró su inspiración. Comenzó un pequeño negocio de limpieza, trabajó que lo mantuvo muy ocupado.
Pero él quería más. Edward tomó la pequeña cantidad de dinero que había ahorrado y lo invirtió en algunos contenedores e ingredientes grandes para hacer su propio y agradable limpiador. Pasaría horas mezclando su mezcla especial en los contenedores de su patio trasero. Con las manos llenas de ampollas, vendía el limpiador de puerta en puerta. Esto duró tres años hasta que comenzó las negociaciones con una empresa que podría enseñarle a producir en masa su producto y lanzar su carrera. Hoy el limpiador de Mohole se mezcla en su fábrica en Wynberg y es un millonario muy humilde.
Pero él quería más. Edward tomó la pequeña cantidad de dinero que había ahorrado y lo invirtió en algunos contenedores e ingredientes grandes para hacer su propio y agradable limpiador. Pasaría horas mezclando su mezcla especial en los contenedores de su patio trasero. Con las manos llenas de ampollas, vendía el limpiador de puerta en puerta. Esto duró tres años hasta que comenzó las negociaciones con una empresa que podría enseñarle a producir en masa su producto y lanzar su carrera. Hoy el limpiador de Mohole se mezcla en su fábrica en Wynberg y es un millonario muy humilde.
Fuente:
goodmenproject.com