Yo me disfrazo de... Tigresa

_{Imagen creada por @sweetval en Canva.}

La época de la niñez nos traerá a muchos recuerdos respecto a memorables momentos en solitario o en familia. Crecemos a veces tan deprisa que no tenemos ni tiempo de disfrutar o de admirar completamente los pequeños momentos, los pequeños detalles, y es en fechas tan típicas que solemos recordar y echar un vistazo al pasado. Sin embargo, momentos de la niñez son los que brindan un paso al éxito, nos invitan a crecer y recordar que la sencillez estuvo siempre en nuestras raíces, y jamás seremos tan delicados, inocentes y tiernos como en esa etapa.

Éste post es en honor al concurso #reiresgratis organizado por @lisfabian y @gaborockstar, quienes nos han invitado a una dinámica muy chévere, la cual pueden consultar en sus perfiles y el mío, revisar las bases. ¡Está muy entretenida y motivadora!

_{Fuente. Montaje de mi foto en Photoshop.}

Éste es un montaje, aunque cabe destacar y aclarar que uno de mis recuerdos más célebres y gracioso para mí e incluso mi familia es con ese disfraz. ¡Lean ésta anécdota!

De pequeña solía ser muy traviesa, nunca paraba quieta en ningún lugar y me hacía gracia molestar a mis abuelos. Una noche me disfracé con uno de los tantos disfraces que tenía guardado en el closet de la habitación de mis abuelos, era de tigresa y tenía una larga cola; me alisté el disfraz, me peiné mi cabello y entré a la habitación de mi abuelo, él ya dormía plácidamente, sin embargo, yo entré con una risa alarmante y salté en la cama haciendo que mi abuelo se despertara y volviera al mundo real, me sacara de su cuarto, pero…

Además de ganarme una salida, un pase directo a la sala y casi un castigo por despertar a mi abuelo, me quedé con mi cuerpo afuera y la cola del disfraz adentro, empecé a gritar y a pedir ayuda, pues… me cerraron la puerta con seguro.

Mis gritos y palabras eran: -Auxilio, mi cola. ¡Noooo! ¡Por favor, ayuda!-

Obviamente vinieron a mi rescate muy pronto, ya escapada de la jaula me empecé a reír. Pasaron los años, y hoy día ese traje es admirable, un bonito recuerdo y es de un niño al que le encanta disfrazarse, anteriormente había sido de uno de mis primos y quizá haya sido bien travieso. ¡Ésta ha sido mi anécdota! ¡Leo sus comentarios!

¿Qué tal me quedaría disfrazarme de tigresa nuevamente...? Sin embargo, en éste nuevo escalón de la vida, me encantaría recalcar ésta frase: “Crecemos, sin darnos que el pasado ya no volvería. Crecimos, creyendo que si subimos de escalón todo mejor sería. Crecí, viendo cómo las cosas que me dijo mi abuela se hacían realidad.”

_{Fuente. Montaje de mi foto en Photoshop.}

En un post anterior (#Blog1 Perspectiva) escribí sobre mi vida diaria. ¿Lo leíste? ¡Te invito a motivarte y reflexionar!

_{Imagen creada por @sweetval en Canva.}

_{Imagen creada por @sweetval en Canva.}