Tengo un sueño...
Hoy desperté buenista. Quizá porque apenas he dormido; ahora es cuando se me caen los párpados por el sueño, pero no hay vuelta atrás, debo hacer un bizcocho, garbanzos guisados, lavar ropa, recoger leña para un invierno que ya se aproxima, jugar con mi gato e intentar salir de otra de las trampas del Sistema de Ayuda a la Población Empobrecida por los que Mandan, creo que se llama, que se ocupa de pensar en cómo nos van a dejar en la calle, si por falta de alimentos, de techo o las dos cosas y, además, van a darnos de guantazos para que otra vez nos pensemos mejor dónde nacemos (que no se me olvide pedirme de Toronto hacia arriba para mi próxima reencarnación), así que no puedo perder el tiempo en disquisiciones que me alejarían de todos mis objetivos para el día de hoy.
Ah, sí, el buenismo... Es que creo que esa gente que se pasa la vida dando a la población órdenes sin sentido común, normas básicas de anticonvivencia y castigos ejemplares, no tienen la culpa, los pobres, de ser como son. Seguramente han nacido en una familia que no les dejaba reírse a carcajadas, o mancharse la ropa del domingo jugando a las canicas; si siempre les han contado que deben dar la talla y abrirse paso a codazos para subir la escalera que lleva al éxito, que la obediencia es una virtud y que a ver qué hacen con la mano cuando están en la cama, que determinadas prácticas pecaminosas pueden dejarte ciego y que no pueden disimular, porque Dios lo ve todo, ¿cómo van a salir ni medio normales, con esa educación sentimental tan edificante, pero tan peligrosa para la salud de las ideas?
Así que estoy dispuesta a reivindicar, no el cadalso, no una guillotina en la Puerta del Sol, no que paguen con la cárcel el daño que han causado ni llevarles a galeras haciendo un pasillo de damnificados por su causa, escupiéndoles mocarrones. Estoy por asegurar que les das cariño, y cambian... ¿eh...? sí, vale. Me dicen por el pinganillo que duerma unas horas, que la falta de sueño provoca alucinaciones.
“¡Qué criminales somos! Pedimos pan para todos, trabajo para todos; para todos también la independencia y la justicia.”
(Bakunin)
La imagen es de aquí: http://nonce.co/imagenes-gratis.html
Magnifico, hacia días que no leía nada con sentido. Lastima de esa discapacidad humana para entender textos, por que esto da más salud que cualquier antidepresivo. Más Platón y menos Prozac, para una sociedad que no entiende nada.
Hemos creado la necesidad del alivio ahora, hasta la medicina va al síntoma, en vez de a la causa, pasa lo mismo con lo demás, y si de pensamiento hablamos, o de opiniones distintas, esa necesidad supone tener siempre razón, pero eso es imposible y hasta indeseable. Me uno a tu causa, más Platón y menos Prozac.
Te puedes consolar con los que plantean que vivimos en un vídeo juego, porque si analizas los acontecimientos que están pasando, eso solo puede pasar en un vídeo juego.
No me importaría, si nos dejasen participar en el guión :)
El mundo está loco y esquizofrenico.
Sí, yo ya me noto algunos síntomas :)
¡JA, JA, JA, JA, JA! Y a mi muro, claro :)
Gracias, resalá.
Temprano vi tu post pero la verdad estaba en mil cosas por hacer, diferentes, pero no tan distintas a las que planteas dentro del día a día en el sistema. Pero sabia que tenia que leerlo...
Ahora me encuentro en calma, escuchando música y en mi burbuja para encender la maquina de ideas jajaja
me ha encantado tu narrativa, engancha de principio a fin aun contando cosas que pueden resultar cotidianas, pero con una profundidad instintiva...existencial....
Yo lo he llamado Sinceridad instintiva, la cual me ha costado mucho entender y llevar con convicción y sin atropello.
Y pues alucinaciones o no... siempre hay un poco de razón en la locura...
No dejes de escribir.. lo haces Genial...
De mi parte Gracias por compartirlo.. fue así como una bofetada a lo autómata que pueden volverse los días por el peso y el precio de la sociedad...
Qué bonito, eso de sinceridad instintiva. Y mucho más, ejercerla sin atropello. Enormes gracias por tus ánimos.