Johnmarshall Reeve es uno de los autores que más ha contribuido en las últimas décadas al estudio y al conocimiento de la motivación y las emociones. Más concretamente, este profesor considera que las principales funciones de las emociones son las siguientes: adaptativo, social y motivacional. Veamos con más detalle en qué consiste cada uno de ellos y cómo inhibir una reacción emocional a veces puede ser útil para nosotros.

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El orgullo, el miedo, la alegría, la ira o la vergüenza son tipos de emociones que tienen un triple efecto en las personas. Por un lado, tienen consecuencias subjetivas que se manifiestan en forma de sentimientos o estados emocionales. Por otro lado, tienen efectos fisiológicos; este término se refiere a las alteraciones que estas experiencias causan en nuestras células, tejidos, órganos o en nuestro organismo en general. Finalmente, podemos hablar sobre las emociones como elementos que motivan el comportamiento.

Función adaptativa

Preparar el cuerpo para la acción es una de las funciones emocionales más importantes. Por lo tanto, cada emoción, independientemente de su valencia o tono hedónico, tiene su propia utilidad.

Gracias a la capacidad de adaptación que nos brindan, podemos ejecutar acciones de manera efectiva. Esto nos permite movilizar y usar la energía que es suficiente y necesaria para acercarnos o alejarnos del objetivo que perseguimos. Por ejemplo, las emociones de ver a alguien llorando junto a nosotros nos hacen sentir más cerca de esa persona y observar lo que les está sucediendo.

La importancia de las emociones como mecanismo de adaptación ya había sido señalada por el gran Charles Darwin, que consideraba las emociones como elementos que facilitaban comportamientos adecuados. Más concretamente, las funciones adaptativas de cada una de las emociones primarias (P. Ekman) son:

Emociones primarias Función adaptativa (utilidad)

• Alegría
• Afiliación
• Rechazo
• Disgusto
• La ira de autodefensa
• Protección
• Miedo
• Exploración sorpresa
• La reintegración
• Tristeza

Función social

"Estoy avergonzado", "Me siento feliz" o "Me siento aprensivo". Las emociones comunican nuestros estados emocionales y expresan nuestro estado de ánimo. Por otro lado, facilitan la interacción social y ayudan al resto de las personas que nos rodean a predecir nuestro comportamiento, al igual que podemos adivinar el suyo. Por lo tanto, su valor en las relaciones interpersonales es inconfundible.

Las emociones a veces son difíciles de expresar verbalmente. Debe tenerse en cuenta que expresar lo que sentimos no es solo oral. Si queremos saber cómo se siente una persona, a menudo es mejor simplemente observar. La postura corporal que adoptamos o nuestra expresión facial a menudo da más información a los demás que un "Estoy triste".

"Casi todos creen que sabes lo que es una emoción, hasta que tienes que definirla. En este momento, casi nadie dice ser capaz de entenderlo ".
-Wenger, Jones y Jones-

Sin embargo, la falta de comunicación o la inhibición de las emociones pueden ejercer, de cierta manera o en situaciones específicas, una función social. Más específicamente, en estas situaciones en las que ocultar y no mostrar ciertas reacciones asegura que mantengamos una relación de amistad con otra persona. Ahí es cuando "la cura es peor que la enfermedad".

En términos generales, la inhibición emocional produce malentendidos y una carga fisiológica adicional. Esto, además de ser evitable, puede ser extremadamente dañino. Poder expresar tus sentimientos y expresar tus experiencias emocionales de forma controlada es muy saludable y beneficioso. También fortalece la red de apoyo social.

Contagio social

El fuerte componente de contagio social de las emociones puede ser una de las razones por las que las personas positivas parecen ser más atractivas que las negativas. Todos estamos genéticamente predispuestos a dejarnos llevar por este contagio emocional. Pero algunas personas tienen una mayor capacidad, ya sea para transmitir o para capturar emociones.

Función motivacional

Finalmente, la función motivacional es una de las funciones de las emociones consideradas más importantes. La relación entre la motivación y la emoción es bidireccional porque ambos están retroalimentando constantemente.

Por un lado, el comportamiento motivado produce una respuesta emocional. Y, por otro lado, las emociones son la esencia de la motivación. Ellos determinan la aparición de tales comportamientos, los dotan de mayor o menor intensidad y los guían hacia una dirección u otra.

Por ejemplo, si nos sentimos bien cuando tomamos café con otra persona, estaremos más motivados para verla nuevamente en otro día. Por el contrario, una mala experiencia con esta misma persona producirá una sensación negativa y lo pensaremos dos veces antes de volver a contactarlo.

Las emociones son el primer sistema motivacional para el comportamiento humano. Juegan un papel crítico en el impulso de un comportamiento motivado. Al igual que en los procesos de percepción, razonamiento y acción motivadora.

Ahora sabemos cuáles son las principales funciones de las emociones. Por lo tanto, podemos ser más conscientes de los cambios fisiológicos que experimentamos a lo largo del día. ¿Cuántas emociones podemos sentir en veinticuatro horas? Imagine la cantidad de alteraciones celulares que ocurren en respuesta a estos ...