Entremos en contexto: Era sábado por la noche y me encontraba en una reunión familiar donde todos comimos hasta reventar.  Pero después de cierta hora llegó el momento en el que todos nos íbamos a dormir.

   La casa en la cual nos encontrábamos era muy pequeña para que pudiéramos dormir todos, por lo que unas primas y yo nos tuvimos que ir a una casa que era propiedad de la familia, pero estaba bastante sucia y llevaba un buen tiempo deshabitada, pero bueno.

   -Peor es nada- Pensaba yo, de camino a la casa que se encontraba a unos escasos 20 o 30 metros de donde hace algunos minutos estaba buena parte de la familia comiendo, hablando y comiendo, en ese mismo orden.

   Ya en casa nos tocó a mis primas y a mi hacer algo de limpieza ya que recalco, estaba bastante sucio al punto en que el polvo en el aire podía cortarse con un cuchillo.  Al final acabamos teniendo la misma casa vieja, pero mucho más limpia, y ya cansados por fin nos iríamos a dormir, habían quedado algunos objetos por allí pero poco importaba, como éramos 3, una de mis primas dormiría en un cuarto, otra en el otro, y yo en la sala, luego de unos minutos, apagamos las luces y nos fuimos a dormir.

 Y desperté

   Aún era de madrugada, según la hora de mi teléfono, las 3:12 a.m, la oscuridad me envolvía cual sabana, estaba bastante callado y oscuro en toda la casa, hasta que poco a poco, visible desde la ventana abierta de la sala, de esas que son como una persiana vertical conformada por varias partes de vidrio, aparece la luna en el cielo desde detrás de un cúmulo de nubes que momentos antes impedía que se viera el resplandor nocturno que esta emite, con sensación de tener sueño, pero a la vez siendo incapaz de dormir, empecé a pensar en trivialidades de la vida, problemas emocionales de cualquier adolescente introvertido, o en cualquier tontería hasta volverme a dormir.

Entonces lo escuché

   Un sonido bastante común, el de hojas secas sonando como si estuvieran siendo pisadas, o como si las moviera el viendo, repito, bastante común, si no fuera por un pequeño detalle: esa noche no soplaba ni la más mínima brisa, y a pesar de esto el ambiente se sentía muy fresco, casi frío.  No le di importancia y volví a intentar dormir, -Seguro es una de las ovejas de por allí- pensé mientras volvía a cerrar los ojos, pero se escuchó de nuevo: el mismo ruido de hojas secas, pisadas o sopladas fuera de la casa, esta vez ya me inquietó un poco más, por lo que vi hacia la ventana, solo veía la luna, y unos árboles a lo lejos que no se movían en lo más mínimo debido a la inexistente brisa, me quedé acostado, viendo la ventana un rato, y en ese periodo de tiempo no se escuchaba nada más que, nada, por lo que simplemente decidí seguir durmiendo.

   Apenas desvié la mirada de la ventana y cerré los ojos, lo escuché de nuevo, un "paso", sí, porque ya no eran las hojas moviéndose, daba por sentado que se trataba de algo, o de alguien, allá afuera que se acercaba a la casa más y más, pensé que podría ser un mal sueño, que tal vez solo me estaba imaginando todo, pero no era así, llegado ese punto estaba totalmente despierto y atento a cada ruido y movimiento que mis oídos y limitado campo de visión pudieran captar.  -¡Cálmate!- Aún me decía yo mentalmente buscando razones lógicas para lo que escuchaba, pero simplemente mi circunstancial soledad me hacía entrar en pánico, hasta que en un tono de voz que casi simulaba a un susurro, por el miedo y el hecho de que me sentía inmovil allí en el colchón de la sala, dije: "Naaaaat~", intentando despertar a mi prima que estaba en el cuarto de al lado, cosa que obviamente no resultó para nada.

   Luego de ese momento me percaté de una cosa: no escuchaba nada, y es que las "pisadas" que creía escuchar, o que de verdad escuchaba, se habían detenido, pero me sentía extraño, como si alguien me estuviera observando desde algún lugar, hasta que me di cuenta que inconscientemente estaba viendo hacia la puerta del cuarto, dirección contraria a la ventana de la sala, por lo que lentamente, y ya sudando frío, giré la cabeza hacia la ventana...

Y allí estaba

   Una sombra identificable gracias al resplandor de la luna, una figura de estatura mediana, con cabello largo, seguramente una mujer, y a pesar de que la oscuridad no me permitía distinguir más allá de eso, sabía que me estaba viendo, desde fuera de la casa, y a un horripilante metro y medio de donde estaba yo acostado.

   Estaba petrificado del miedo, no podía ni mover un dedo, mucho menos mi cuerpo, hasta que la extraña silueta hace un sutil movimiento de todo su cuerpo, y como si de la ruptura de un hechizo se tratara, fui capaz de moverme, me levanté, buscando escapar, buscando ayuda, con un millón de emociones por segundo que no puedo expresar ni con un millón de palabras, pero no pude dar dos pasos hasta que, de una manera paranormal, una tijera, uno de esos objetos que habíamos dejado por ahí mientras limpiábamos, levitó desde el mueble en el que se encontraba y se enterró en mi garganta, grité instantáneamente por el dolor, y caí de nuevo sobre el colchón del cual nunca pude alejarme, lo único que pude ver mientras me desangraba, era como mis primas corrían hacia mi, el sonido de la ventana rompiéndose, y en un breve lapso de tiempo, rojo, rojo, las paredes, el techo, el suelo, todo manchado con el rojo de la sangre que emanaba de los que alguna vez fueron los cuerpos de dos de mis familiares, y a ella, a esa sombra que sin ninguna razón había causado tanto sufrimiento, lo único que pensaba era "¿Por qué?", "¿¡Por qué?!" "¿¡¡¡POR QUÉEEEEE!!!?", en mi último momento, solo vi su asquerosa "cara" acercándose, mientras perdía la conciencia y mi vista si hacía más y más borrosa, hasta que por fín no aguanté más y cerré los ojos.

Y desperté

   Sobresaltado, me senté sobre mi colchón, pensando en que acababa de pasar, estaba empapado en sudor, con miedo, temblando, hasta que poco a poco vi que todo estaba bien, todo fue un mal sueño, y que había sobrevivido a otra de esas intensas pesadillas que parecen una de esas películas de terror.  Eventualmente me calmé, sonreí, me acosté de nuevo, y me dispuse a dormir.

   Pero era incapaz de dormir, a pesar de que tenía mucho sueño, no podía pegar ojo, por alguna extraña razón, hasta que después de toda la conmoción interna me di cuenta.

   Aún era de madrugada, según la hora de mi teléfono, las 3:12 a.m, la oscuridad me envolvía cual sabana, estaba bastante callado y oscuro en toda la casa, hasta que poco a poco, visible desde la ventana abierta de la sala, de esas que son como una persiana vertical conformada por varias partes de vidrio, aparece la luna en el cielo desde detrás de un cúmulo de nubes que momentos antes impedía que se viera el resplandor nocturno que esta emite; hasta que lo escuché, el sonido de las hojas secas siendo pisadas o llevadas por el viento, esto sería muy común de no ser por un detalle: Esa noche...

No soplaba ni la más mínima brisa.

Fuente

-FIN(¿?)

¡Espero les haya gustado esta historia!

   Como es obvio, todo esto es ficción, o al menos la parte del ente paranormal de la ventana y la casa en estado deplorable, ya que todo lo de la reunión familiar ocurrió, y yo solo me montaba el teatro de que algo aparecería por la ventana, la oscuridad hace que imagines muchas cosas. xD

   Y como siempre digo, ¡muchas gracias por leerme!, espero poder escribir más historias de este estilo si les gustan, o si yo tengo algo que me gustaría compartir.

¡Un Saludo y Hasta el Próximo Post!