Muere una ideología para dar paso a otra, se agota un engaño y otro se intensifica, sólo para continuar creciendo y construyendo condiciones para una nueva injusticia, un nuevo absurdo aplaudido por las masas.

La renovada estupidez siempre encuentra una mejor vía para su manifestación, porque los humanos creen demasiado en sí mismos, y en su ausencia de dudas se acuna el sinsentido de sus nuevas sectas políticas y sociales.

Que nos sirva esta cita de Wilde para recordar que nuestra razón debe iluminar también a esas pulsiones inconscientes que nos incitan a deshumanizar al otro.

Si no nos importa este mal por su implicación moral, al menos aceptemos la preocupación pragmática de saber que esta gestión siempre nos ha convertido en idiotas.