Sigamos con más de Escultura // NEOCLASICISMO – Parte 5

Otra de sus características es que fue un movimiento de oposición al Barroco y al Rococó, pues existía la valorización de la simplicidad y pureza estética en contraste con los rebuscos, dramaticidades y complejidades del Barroco y del Rococó (principalmente en la pintura de la que empezaré a hablarles pronto en fururas publicación). También se observa el uso de la proporción y la claridad, así como la imitación de la naturaleza.

Entre las manifestaciones artísticas está la escultura neoclásica donde los escultores se inspiran en la serenidad y la belleza de las esculturas clásicas. Se desarrolla tanto el relieve como la escultura del bulto redondo, esta última son las que pueden ser contempladas desde cualquier punto de vista a su alrededor. Destacan sobre todo los monumentos funerarios, las figuras mitológicas, los retratos y los monumentos públicos. En la escultura, existe una fuerte influencia de las formas clásicas del Renacimiento. A diferencia de los escultores barrocos, que pintaban sus obras, los artistas neoclásicos optaron por el color blanco natural del mármol (como los escultores griegos y romanos). Por supuesto que debo mencionar que los escultores neoclásicos más representativos fueron el veneciano Antonio Canova y el danés Bertel Thorvaldsen, de los que les hablé en la anterior publicación, aunque de Thorvaldsen abordé más información con algunas de sus obras más importantes.

Hoy les mostraré varias esculturas inspiradas bajo el estilo neoclásico realizadas por Antonio Canova del que prometí mostrar más sobre algunas de sus obras.

Inicio diciendo de Canova que su producción artística fue extensa, desde pinturas y dibujos a relieves pero sobre todo sus renombradas esculturas neoclásicas en mármol son las que le otorgaron fama universal y reconocido prestigio e incluso popularidad.

Antonio Canova

Canova demostró una gran capacidad para captar las expresiones faciales del modelo, pero moderándolas dentro de un enfoque formalista que remitía al retrato de la antigua Roma. Recibió numerosos encargos, muchos más de los que pudo atender, y se encuentran un número significativo de modelos terminados, pero que no llegaron a realizarse en mármol. El arte de Canova puede ser considerado el resumen mismo de la grecomanía neoclásica, evitando lo puramente decorativo y las imitaciones académicas. Para él, el estudio directo de la naturaleza era fundamental y la originalidad importante, porque era la única manera de crear una verdadera «belleza natural» que se encuentra en la escultura griega clásica, cuyo canon constituyó su referencia más poderosa. Al mismo tiempo, su amplio conocimiento de la iconografía clásica le permitió retirar los elementos innecesarios para crear una pieza que remitía a la antigüedad, pero que estaba cubierta con nuevos significados.

El artista dio animación a la piel y eso fue algo apreciado en sus obras. Además, por lo que investigué, también fue valorado por otros artistas que conservaban los estilos conservadores, los cuales Canova rompió con sus obras.

Hasta entonces, los escultores pulían unas formas en el espacio; Canova da calidad sensorial y aliento de vida a la superficie, a la epidermis.

Otro dato importante mencionar es que Canova recubría el mármol de una capa de hollín para restarle aspereza para lograr que las piezas quedaran satinadas y así lograr ese toque especial de delicadeza además de una muy fina estética.

Ahora sí, veamos algunas obras:

♦Teseo y el minotauro, 1781-1783

Canova quiso dar a esta pieza un aire de digna serenidad, donde se muestra a Teseo relajado, no agitado sobre el cadáver del minotauro, donde aparentemente hubo una lucha a muerte.

♦Tumba de Clemente XIV, 1783-1787

Este majestuoso monumento al papa Clemente XIV fue realizado por Antonio Canova quien presenta una nueva imagen de la muerte en la que el complejo simbolismo barroco desaparece. Esta imponente obra de arte está situada en la iglesia de los Santos Apóstoles de Roma.

Éste, el Papa Clemente XIV aparece en la parte más alta del monumento, y está sentado en su cátedra papal. Es decir, casi parece estar entronizado majestuosamente, mientras que con su mano simula bendecir a todos los fieles que se acerquen hasta él. Y a sus pies, el escultor coloca dos figuras alegóricas, concretamente apoya en el lado izquierdo y apoyada sobre el ataúd está una mujer que evoca la Templanza, mientras que a la derecha y a un escalón inferior otra mujer representa una alegoría de la Mansedumbre, la cual va a acompañada de un animal tan simbólico como es un cordero.

♦Eros y Psyche, 1787-1793

Esta pieza se caracteriza por la transmisión del erotismo, además se puede apreciar la polifocalidad que era muy propio de Antonio Canova, les explico amigos que este término se refiere a la capacidad de observar y contemplar la obra en todas sus posiciones recorriéndola para apreciar cada detalle.

♦Venus y Adonis, 1789-1794

También la realizó en mármol satinado y con esos brillos que deslumbran. Es un destacada obra de Canova.

♦Tumba de la archiduquesa María Cristina de Habsburgo, 1798-1815

La arquitectura de la tumba en forma piramidal, reivindica el estilo gótico y otros de carácter más exótico, como el neoegipcio. Canova refleja muy bien la muerte como transformación espiritual, no solo como paso al más allá, como comúnmente se cree, por eso destaca la estilización de las figuras y el sentido de procesión armonioso del grupo.

Te invito a que conozcas más sobre el Monumento fúnebre de María Cristina de Austria

♦Perseo con la cabeza de Medusa, 1800

Amigos steemians, entre los años 1800 y principios de 1801 se esculpe una de las obras más importantes de la escultura neoclásica, y la más famosa de género heroico de su autor, hoy admirada por muchos de los que visitan los Museos Vaticanos.

Debo reseñar que la escultura de Perseo con cabeza de Medusa está reconocida como una obra maestra y se encuentra actualmente en el Patio Octógono de los Museos Vaticanos. Un dato importante es que, poco más tarde de la ejecución de la escultura, hacia 1804, se realizó una segunda versión de esta obra para la condesa Valeria Tarnowska de Polonia, que actualmente se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.

Aquí les muestro el Perseo triunfante de Canova, como también se le llama:

♦Teseo en lucha con un centauro, 1804-1819

Otra impresionante obra de Canova, que refleja una escena muy dramática, donde se aprecia el dolor y angustia del centauro a punto de ser abatido frente a la severidad y rigidez de Teseo. Son fantásticos todos los detalles en esta y en todas las obras de Antonio Canova.

Para finalizar con Antonio Canova les muestro a "la más bella":

♦Paolina Bonaparte como Venus victoriosa, 1805-1807

Se considera una de las obras maestras de Canova, con toda su tersa sensualidad extendida en su blanco y mullido almohadón. Con una mano recostando su cabeza, hundiendo sus dedos en su cabellera y con la otra sujetando una manzana, que le dio Paris por ser, a su juicio, la más bella de las diosas.

Emma Sanguinetti, periodista cultural mientras visitaba a “la más bella”

Aquí les presento un trozo de la descripción que le da Emma Sanguinetti a esta exquisita obra cuando la visitó en la Galería Borghese en Roma, Italia:

Paolina Bonaparte, aquella inteligente y atrevida hermana de Napoleón que casada con Camilo Borghese, le encargó al escultor más famoso de su tiempo, una obra que la inmortalizara como lo que era, una sensual y poderosa mujer en su máximo esplendor. El pobre Canova estaba en aprietos; no podía rechazar el encargo pero tampoco imaginaba como interpretar la tremenda carga de significados que los Bonaparte y especialmente Paolina representaban.
Pero Canova era un artista genial y encontró el camino en la Venus vencedora, la diosa que recibe la manzana como “la más bella” desatando la ira de las otras diosas y haciendo recaer la desgracia, la guerra y la muerte entre los mortales. La Paolina de Canova es diosa pero a la vez es también cortesana, es un juego de tensiones, porque es elegante y vulgar y su perfección absoluta, juega con la premisa de lo real y lo artificial. De allí, el lecho de madera que es objeto real y la suave perfección de la piel marmórea, de los pliegues de la túnica que apenas la cubren, del peso del cuerpo que asoma en cada hendidura de los almohadones, que son piedra, arte, ilusión de lo real.

Hasta aquí llegamos con las obras de Antonio Canova, me haría falta realizar varios post sobre sus grandiosas obras pero debo abordar a otros artistas que también merecen nuestra atención. En la próxima publicación sobre arte neoclásico, especialmente sobre escultura que es lo que nos ocupa por ahora les presentaré las obras de otros escultores neoclásicos, para luego pasar a hablar sobre pintura también del neoclasisismo.