A partir de esta publicación hablaremos de Pintura Neoclásica, hasta ahora tengo planificado hacer solo dos para abarcar esta importante rama del arte, pero veré que decido a la final porque hay mucho que quisiera mostrarles.

Para iniciar con nuestro recorrido sobre pintura, he elegido para esta publicación al artista Jacques-Louis David, quien fue una importante figura del neoclasicismo, por su destacado desarrollo como pintor bajo este movimiento artístico que aparece a mitad del siglo XVIII como reacción al Barroco.

Cabe destacar, que en la pintura, al igual que en la escultura bajo el estilo neoclásico, fueron temas recurrentes los héroes y seres de la mitología griega. Principalmente en la pintura se observa como el neoclasicismo fue un movimiento de oposición al Barroco y al Rococó, pues existía la valorización de la simplicidad y pureza estética.

Por otro lado, la pintura neoclásica tiene como fuente de inspiración la escultura y el bajorrelieve, debido a la escasez de restos pictóricos grecorromanos. Se caracteriza por el predominio de la línea sobre el dibujo. Predominan los retratos y los temas históricos (de la antigüedad o contemporánea) y moralizantes (pretende transmitir modelos de comportamiento). Igualmente es de resaltar que en la pintura, el uso de colores fríos y la valorización de la perspectiva fueron recursos muy utilizados. Además es importante mencionar que Jacques-Louis David y Jean-Auguste Dominique Ingrés fueron los principales representantes de este estilo.

Como dije antes, hablemos en primer lugar de Jacques-Louis David para iniciar nuestro recorrido sobre pintura neoclásica en esta publicación.

Jacques-Louis David

Empecemos diciendo que David fue un afamado pintor francés, nacido el 30 de agosto de 1748 en la ciudad de París, y mientras me paseaba por diversos documentos sobre este destacado pintor, me asombra su determinación a seguir finalmente lo que en realidad le apasionó desde su infancia: La pintura.

A pesar de que tuvo presión por parte de su madre para que se formara como arquitecto, lo cual cumplió gracias al apoyo de sus tíos también arquitectos quienes se encargaron de sus estudios desde que tenía 9 años a raíz de la muerte de su padre, Jacques-Louis logró satisfacer su deseo de convertirse en pintor.

Una anécdota graciosa, al menos para mí, es que no fue un buen estudiante y en sus libros se podían observar solo dibujos suyos. Pues a él, no le interesaba estudiar arquitectura, es una anécdota para reflexionar, ya que hay muchos padres y a veces toda una familia completa, que haciendo presión pretenden dirigir los gustos e intereses de las personas, lo cual no es suficiente para dejar sin efecto lo que realmente define a cada individuo. Y al final del camino, cada uno se inclina de una u otra manera hacia lo que le gusta.

Muy atraído por las tendencias neoclásicas llegó a convertirse en uno de los principales protagonistas del neoclasicismo europeo. Reforzó su preparación en Roma y logró perfeccionarse tanto que fue maestro de muchos artistas reconocidos, como Jean Auguste Dominique Ingres. Todo su renombre lo llevó a ser el pintor oficial de Napoleón Bonaparte, a quien también dio su apoyo político e incluso estuvo en la cárcel por un corto período de tiempo antes de su nombramiento como su pintor oficial.

Las obras de Jacques reflejan momentos históricos, reflejan su posición política en el momento de la Revolución francesa, también estudia y se interesa por los personajes de la mitología occidental. En suma, Jacques Louis David fue un magnífico retratista, que logró cambiar por completo la tipología utilizada hasta el momento. Pero sus ideales radicales y firmes fueron los mismos que ocasionaron su muerte. Al tener que exiliarse en Bélgica luego de la llegada de los Borbones al trono de Francia. Afronto graves episodios de salud, su corazón se vio afectado por varias deformaciones en el corazón. Para salvar su vida se realizaron varias operaciones. Pero no pudo sobrevivir fue trasladado al cementerio de Père-Lachaise en París.

A continuación algunas de sus obras:

♠ El juramento de los Horacios (1784)

Obra realizada bajo la técnica de Óleo sobre lienzo, mide 330 × 425 cm y se encuentra en el Museo del Louvre, París, Francia

♠ La consagración de Napoleón (1807)

El artista utilizó la técnica del óleo sobre el lienzo, sobre una dimensión de 667 cm x 990 cm y se puede admirar en el Museo del Louvre, París, Francia.

♠ Napoleón cruzando los Alpes (1801)

Obra representada bajo la técnica de Óleo sobre lienzo, con dimensiones de 260 cm × 221 cm
y ubicada en el Palacio de Charlottenburg, Berlín, Alemania.

♠ El rapto de las Sabinas (1799)

Pintura ejecutada en Óleo sobre lienzo, con tamaño de altura: 385 cm y de ancho: 522 cm, ubicada en el Museo de Louvre de París, Francia.

♠ La muerte de Séneca (1773)

Obra hecha bajo la técnica de Óleo sobre lienzo, que presenta unas dimensiones de 123 cm × 160 cm y puede ser admirada en el Museo del Petit Palais, París, Francia.

♠ El dolor y los lamentos de Andrómaca sobre el cuerpo de Héctor (1783)

Otra obra de Jacques-Louis David realizada en óleo, de gran tamaño que mide 275 cm × 203 cm y resguardada en el Museo del Louvre, París, Francia.

Un cuadro inspirado en un episodio de la Ilíada y representa a Andrómaca llorando sobre el cuerpo de su hijo Héctor. El cuadro fue pintado por Jacques-Louis David para ser presentado como "obra de admisión" a la Real Academia de Bellas Artes.

♠ Belisario (1781 ó 1784)

Hay documentos que registran esta obra de Jacques-Louis David, como del año 1781 y otras fuentes señalan el año 1784, por eso colocó ambos. Pero la exposición de la obra fue en 1781. Esta obra igualmente fue realizada bajo la técnica del óleo sobre lienzo y en gran formato de 312 cm × 288 cm. Esta pieza puede admirarse en el Palacio de Bellas Artes de Lille, Francia.

La obra nos muestra a Belisario, héroe del Imperio bizantino, al comandante en jefe que, bajo las órdenes de Justiniano I, derrotó a los vándalos en África del Norte. Posteriormente, el emperador lo hizo cegar. El Belisario de David nos muestra a un héroe caído, viejo y ciego, mendigando en la calle en compañía de un joven niño mientras que uno de sus antiguos soldados, con gran asombro, reconoce al viejo.
El tema de la piedad es omnipresente en la obra, toca a los tres personajes considerados más «débiles»: la mujer, el niño y el viejo. Las manos de los tres personajes, tendidas horizontalmente conducen a esta idea de debilidad, de necesidad de ayuda y caridad. Mientras que el soldado, en segundo plano, tiene las manos levantadas verticalmente, lo que señala su asombro. Las tres edades representadas difunden una idea de la gloria humana y del naufragio de la vejez.
El decorado es muy «anticuario», por la arquitectura sobria, austera y abrumadora que levanta detrás del belvedere la dureza de la condición de este último, muestra una voluntad por parte del artista de asociar con el estilo griego sus temas heroicos para trasladarlo en la época del artista. En efecto, es por temas de virtudes cogidos de la antigüedad que el «verdadero estilo», más tarde llamado «neoclásico», difunde su arte, rechazando así las frivolidades de la corte real de Luis XVI. Sin embargo, en la misma composición de la obra de David, el fondo del cuadro, que yuxtapone varios planes a rococó, no clasifica completamente esta obra del lado del neoclasicismo. Este lado neoclásico se reencuentra sobre todo en las ideas que transmite: el revolucionario ofrece una meditación sobre el heroísmo moral en la adversidad.

♠ La muerte de Sócrates (1787)

Otra peculiar obra, realizada en óleo sobre lienzo, de tamaño 129,5 cm × 196,2 cm y que se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte, en Nueva York, Estados Unidos.

Con esta obra el pintor escenifica la muerte del filósofo griego Sócrates, quien ante la angustia de quienes lo rodean se ve decidido a ingerir un veneno por condenarse luego de su discurso relacionado al alma y su inmortalidad, lo que fue considerado una ofensa en contra de los dioses, la cual podría influir negativamente en la creencia religiosa de los miembros de la sociedad de la época. En tal sentido debía ingerir cicuta, para morir.

♠ Los amores de Paris y Helena (1788)

Una obra de arte en óleo sobre lienzo, realizada en tamaño 147 cm × 180 cm, que se puede visitar en el Museo del Louvre, París, Francia.

♠ Los lictores llevando a Bruto los cuerpos de sus hijos (1789)

La pieza está realizada con la técnica de óleo sobre lienzo, de tamaño 323 cm x 422 cm, y está dispuesta para su disfrute en el Museo del Louvre, París, Francia.

Esta pintura, también encierra un drama digno de reseñar, pues se representa una escena dramática que los líderes gobernantes y miembros de la Corte Real de la Francia del 1789 (ya iniciada la Revolución Francesa) deseaban ocultar de la vista de los ciudadanos que visitaran la exposición del “Salón” con la intención de no generar propaganda y provocar reacciones sensibles en las personas.

La corte real no quería propaganda agitando al pueblo, así que había que comprobar todas las obras antes de que se colgaran. Algunos retratos de gente famosa se prohibieron, como el de un químico que resultaba ser miembro de un partido que no gozaba de favor. Cuando los periódicos relataron que el gobierno no había permitido que se mostrara Los lictores llevan a Bruto los cuerpos de sus hijos, el pueblo se encolerizó, y los realistas cedieron. El cuadro se colgó en la exposición, protegido por estudiantes de arte. La pintura representa a Lucio Junio Bruto, el líder romano, lamentándose por sus hijos. Los hijos de Bruto habían intentado derrocar al gobierno y restaurar la monarquía, así que el padre ordenó su muerte para mantener la república. Así, Bruto resultaba ser el heroico defensor de la república, aunque le costase su propia familia. A la derecha, la madre sostiene a sus dos hijas, y la abuela se ve en el extremo derecho, angustiada. Bruto se sienta a la izquierda, solo, melancólico, pero sabiendo que lo que ha hecho es lo mejor para su país. Toda la pintura era un símbolo republicano, y obviamente tuvo un inmenso significado en estos tiempos en Francia.

♠ Madame Récamier (1800)

Una pintura hecha también bajo la técnica del óleo sobre lienzo, de dimensiones 175 cm × 224 cm y expuesta en el Museo del Louvre, París, Francia.

Esta pintura inconclusa de Jacques-Louis David, se presenta en un novedoso diseño de retrato horizontal donde la protagonista es Juliette Récamier, una joven de 23 años, quien resaltaba por su belleza y era esposa de un hombre de negocios y banquero de la época. La joven poseía y dirigía un salón donde concurrían intelectuales como el propio pintor Jacques-Luis David y los llamados realista contrarios a Napoleón, lo que le trajo como consecuencia el exilio. Aunque a mi parecer, influyó más, el hecho de negarse a convertirse en dama de honor de Josefina más que su relación con los detractores del monarca.

La obra está inacabada, sin que se sepa muy bien por qué. Ello permite estudiar la técnica de David, antes de que sus vibrantes pinceladas preliminares se vean cubiertas por la capa de acabado de colores translúcidos.
Uno de los aspectos más innovadores de esta obra es su formato horizontal, inusual para un retrato y más propio de pinturas de historia.

♠ Retrato de Napoleón en su gabinete de trabajo (1812)

Obra en óleo sobre lienzo, en medidas 204 cm × 125 cm que se encuentra en la Galería Nacional de Arte (Washington), Washington D. C., Estados Unidos

Existen dos versiones de esta obra, donde la original, que fue realizada en el año 1812, es la que se conserva en la Galería Nacional de Arte de Washington D. C. Mientras que la otra versión está en Francia, en el Palacio de Versalles.

Este retrato de 1812, sin embargo, año de la primera derrota de Napoleón en el frente ruso, presenta a Bonaparte de manera menos heroica y solemne. Y no logra transmitir la sensación de seguridad en sí mismo que, como cuadro oficial, debió pretender.
En efecto, aparece en su estudio o gabinete, rodeado por muebles de estilo egipcio. Tiene 43 años, su rostro está abotargado y pálido y la mirada melancólica. La postura es ligeramente encorvada, el cuerpo parece haber perdido la forma.

♠ La muerte de Marat (1793)

En último lugar deseo mostrarles y hablarles de esta emblemática pintura neoclásica de Jacques-Louis David, realizada bajo la técnica del óleo sobre lienzo y de dimensiones 165 cm × 128 cm, que puede ser admirada en los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica, Bruselas.

Es una pintura realizada en 1793 para celebrar la memoria del mártir de la Revolución Francesa, Jean-Paul Marat. Vale la pena hacer una breve reseña de esta pieza artística, que es considerada como uno de los mejores retratos realizados por Jacques-Louis David, quien refleja a Marat como una víctima de la peligrosa trama política de la época. Las tonalidades, los trazos, las sombras y también los brillos están realizados con tal perfección que el autor logra transmitir con especial esmero el drama del asesinato del líder revolucionario. Aunque en la vida real, Marat no era un personaje indefenso, los registros de la historia lo señalan como un hombre duro y hasta violento, que tomaba nota de quienes se consideraran enemigos de la revolución para mandarlos a asesinar en la guillotina. Sin embargo, David por ser su amigo, lo representa con habilidad y suaviza amablemente su expresión tanto en el rostro, con una tenue sonrisa, y en la postura corporal, agregando el toque de la sangre que refleja el drama de su muerte.

En esta obra realizada por el pintor neoclásico David, se representa la muerte del autor revolucionario Marat mientras tomaba un baño en su habitación. La escena es simple, la figura inerte y pálida del escritor, con la cabeza y los brazos inclinados, cae suavemente sobre el borde de la bañera en un marcado claroscuro muy al estilo de Carvaggio. En sus manos todavía lleva la pluma y las últimas notas escritas antes de morir, no podemos ver a su asesina Charlotte Corday pero la imaginamos escondida entre las sombras como testigo silenciosa.
Las formas están estilizadas marcadas por los bloques horizontales formados por la bañera y una pieza de madera que sirve de escritorio. En ella el autor coloca el nombre el personaje y su firma: A MARAT, DAVID. L´AN DEUX, convirtiéndola en un tributo a su amigo y compañero, es su lápida funeraria
El colorido del cuadro viene marcado por los tonos fríos, planos y austeros: grises, marrones y verdes, con los que el artista llena la escena a pesar de la sencillez que quiere demostrarnos. El fuerte claroscuro procede del trabajo de luces desde una fuente lateral que incide sobre su piel, dando la gravedad y solemnidad que pretende para el ilustre difunto.
La intención del David es evidente, la representación de Marat está idealizada y nada tiene que ver con la realidad. El escritor sufría un grave problema de piel que no aparece en su bello cuerpo desnudo y nos lo presenta como un joven que parece dormido sin rastro de una muerte violenta ni agonía. La herida en su pecho queda oculta por las sombras y sólo hay referencia a su asesinato en el pequeño puñal ensangrentado que podemos ver en el suelo.

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Visita este link para conocer un poco más sobre “La muerte de Marat”

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Bueno mis amigos, hasta aquí la primeara publicación sobre pintura neoclásica. Reconozco que no hayo como terminar este tipo de publicaciones donde hay tanto que abordar y mostrar. Me siento motivado documentándome sobre cada tema tocado hasta ahora para poder presentar material de calidad. En mi próxima publicación les hablaré de Jean-Auguste Dominique Ingrés, quien también fue una importante figura representativa de la pintura durante el neoclasicismo.

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Espero te haya interesado mi publicación y que te nutra en conocimientos es lo más importante.

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Podemos seguir juntos compartiendo un poco de arte.