Microrelato. El Secreto de las Esferas. Los Morgan. V Parte. Final
“Desde que los sueños se apoderan de la mente, las pesadillas germinan hasta el final de los tiempos…”
Saludos amigos de Steemit. Tenemos una gran capacidad para adaptarnos al mundo y emotivamente interactuar con él, ustedes, poco a poco, me han enseñado a entenderlo, agradezco infinitamente la atención prestada. Por ello, trataré de mejorar la forma de plasmar sueños por encima de realidades, adentrándome a ese público que le gusta pequeñas historias. Aquí les lejos la última parte para su consideración y respectivos comentarios, gracias..
Logrado el cometido y sin entender, el Patrón me pidió que los sentara en la cama y les pasara un pequeño pergamino instalado en su cabecera.
-Puedes descansar- me dijo, con mucha dificultad al respirar. Lo dejé solo por un momento. Desde el otro lado de la puerta donde me encontraba. Escuchaba murmullos, voces espectrales en forma de cánticos, repetidas una y otra vez como una invocación al más allá: “La paralización física, evitará la vejez, hijos descendientes, me darán vida”. Aquello se tornó en un tenebroso ritual, los equipos de monitoreo comenzaron a mostrar alteraciones de sus mediciones: pulso y tensión. Destellos cegadores y sin sentidos acompasaban su voz, sin embargo, el jerarca no dejaba de repetir aquellas frases. Tuve que intervenir al escuchar el pito del monitor que indicaba la muerte repentina del paciente.
No obstante, al entrar a la habitación comenzó todo a funcionar nuevamente. Un silencio cautivó el ambiente. Él estaba allí inerte. Lo deje dormir hasta el siguiente día.
Me despertó el llanto y los gritos de Natalia. Los tres hijos habían fallecidos por diferentes motivos. Noticias aterradoras traídas por dos efectivos policiales expertos en criminalísticas, me sorprendió, pero la mayor sorpresa la tuve cuando fui llamado para inspeccionar los cuerpos, corroborar y realizar declaraciones por escritos, al dar por terminada las entrevistas me hicieron espera en una pequeña banca un lapso no mayor de media hora para luego entregarme una bolsita de fique conteniendo en ellas las tres esferas. Las habían localizados en las manos derecha en cada uno de los cuerpos.
Llegando nuevamente a la casa, cansado y emocionalmente afectado por lo acontecido, por intuición me dirigí a la habitación que se mostraba oscura por no decir tenebrosa, no pude entrar porque de ella salía un joven de aproximadamente treinta años de apariencia, de la maleta que llevaba a rastra, sacó un majo de billetes indicándome que había concluido mi labor. Quedé con la boca abierta; no sabía qué pensar y menos que decir. El hombre esbelto tomó su saco, me regalo una sonrisa y con maleta en mano se despidió diciéndome, “Gracias Felipe, gracias por tu labor y atención, soy Manuel Morgan, he terminado mi estadía en este lugar, me toca irme del país a otra ciudad, rehaceré mi vida, encontraré otra pareja con tres herederos. Para vivir por siempre”. Desde ese entonces, para no encontrarme con situaciones similares, a la vivida, me he tomado un breve descanso en una paradisiaca playa del norte, mi trabajo de auxiliar de geriatría entró en receso. Hoy recapacito sobre las leyes que rigen el Universo, porque la magia aquí no termina… J.R.M.(@siondaba)
Gracias @sacho.panza. Agradecido con los que conforman el gran Proyecto Cervantes... abrazos a todos.
Muy buen relato. Saludos paisano
Saludos @yaleal, que bueno que el texto te haya gustado, gracias por tu visita. Abrazoooote...