Pasos olvidados

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La brisa nocturna se siente como una caricia reconfortante, el silencio y la oscuridad caminan de la mano en los solitarios callejones. En el cielo no hay ningún astro que alumbre mi camino, solo nubes y retumbantes relámpagos que se encuentran a kilómetros de distancia. 

 

¿A dónde me guiarán mis pasos?

 

Talvez también se los llevará esta brisa nocturna, al igual como mis pensamientos habían volado con ella. 

Podría estar en casa, apreciando esta melancólica noche desde mi habitación, pero al parecer hoy no había lugar para mi entre novelas y series apasionadas. Quedaban pocas opciones en el limitado pueblo donde me he pasado gran parte de mi infancia, mis pasos no se dirigían a ninguna de ellas.

 

¿Estaré pérdida en un pueblo tan pequeño?

 

Parece que mis pasos buscan con esmero una salida de este encierro rutinario, aunque sigo sin saber a donde se dirigen, mi paradero será todo un misterio. 

Encerrada en este insignificante pueblo, escapando de la rutina y totalmente pérdida. En serio "¿En dónde estoy?". Mis insolentes pies pueden convertirse en un dolor de cabeza. 

El tiempo siguió su ritmo sin tenerme en cuenta y la taciturna noche por fin se asentó entre el pavimento. Era tarde, lo sabía porque ya no se podía apreciar los presurosos carros que regresaban a sus hogares y las casas carecían de movimiento en su interior. Probablemente, me ganaría una reprimenda por llegar tarde a casa, pero mi lento caminar denotaba cuanto me importaba. 

 

"Ojala tuviera un poco de música para que el trayecto no se sintiera tan eterno."

 

Eso me hizo recordar que mi celular se había apagado, no debería alejarme tanto, el regreso sería un problema si no lograba contactar un transporte que me llevara a casa.

A lo lejos se vislumbraba algo que se asemejaba a una parada de autobús, pero abandonada, fue lo que pude confirmar mientras me acercaba. El tiempo y la naturaleza se habían encargado de otorgarle un aspecto digno de apreciar. 

Es hermoso, pero no es lo que busco. Seguí caminando en este rumbo desconocido. A medida que avanzaba me di cuenta que la forma de los árboles, las marcas  en las esquinas de cada cuadra y el olor de cierta panadería que trabajaba las veinticuatro horas sin parar se me hacían realmente familiares.

 

Entonces...¿Por qué no recuerdo haber estado en este lugar? 

 

Observé con más atención el lugar a donde me llevaban mis últimos pasos. Se trataba de una casa amarilla de dos pisos, tenía una gran puerta de madera que se veía bastante pesada y de la cual indudablemente saldrían horribles chirridos, en el antejardin había una pequeña palmera que solo podría darle sombra al hormiguero que se encontraba entre sus raíces y por último una reja que parecía hecha de bastones, aunque el único inconveniente es que estos solo servirían para hobbits, era una reja muy baja, ineficiente si de seguridad se trataba.

La única casa donde viví por más de tres años y la primera que conseguimos en este tranquilo pueblo. Ahora recordaba porque se me hacía tan familiar, era inaceptable que no lo hubiera notado en un principio. Una nueva pregunta rondaba por mi mente:

 

¿Por qué había llegado a un lugar que estaba a punto de olvidar? 

 

La predecible tormenta por fin había hecho presencia con la lluvia, los truenos y relámpagos. Este lugar solo me provocaba nostalgia; apenas ayer corría por sus calles jugando con mis vecinos, apenas ayer me había raspado la rodilla cuando me caí de aquel carrito improvisado, apenas ayer había montado por primera vez sola mi bicicleta, apenas ayer...

En ese momento entendí la importancia de volver al inicio, de ver todo ese camino que he recorrido y de sentir los pasos que ha dado mi vida. Este encuentro con el pasado fue lo que me hizo notar como el tiempo se escurría entre mis dedos, esta vez no debía olvidar mis inicios, en ellos se encontraba parte de mi esencia.

 

Empapada y tiritando emprendí mi camino de regreso a casa, tendría que explicar demasiadas cosas a mis padres.