Al asecho
̶ Ya todo estaba planeado, a las 5 de la tarde Carlos llevaría la mercancía al puerto, donde el mercante la recibiría y la entregaría en la isla, ahí un grupo de trabajadores se encargarían de despaquetarla y distribuirla por cada bar de la zona. Luego, cada local se encargaría de vender el licor como si fuera autentico y nosotros recibiríamos el dinero. Así eran como debían suceder las cosas, pero algo salió mal.
Cuando Carlos salió de aquí con el camión cargado de licor clandestino, el barco fue intervenido. Tal parece que se corrió la noticia de que la mafia operaría ese día y como consecuencia todos los barcos del puerto fueron requisados. Por suerte, no hallaron nada nuestro, el barco estaba en regla y la operación terminó.
Lo que pasó después es lo que me tiene intrigado. ¿Quiere alguno de ustedes decirme donde carajos está Carlos con mi mercancía? Y lo más importante aún, ¿Por qué esa rata ladrona no ha regresado? ̶ Los hombres se miraban los unos a los otros intentando comprender lo que estaba pasando, pues sabían que Don Marcos no estaba jugando.
Ante el silencio Marco continuó. ̶ ¿Quieren que les cuente porqué no tengo un socio? Hace algunos años atrás, cuando comencé el negocio de los licores, era una persona honrada, respetuosa y apegada a la ley; hacía todo de acuerdo a las reglas, pero no podía entender porqué mi negocio no prosperaba como el de los demás.
Un hombre llamado Ricardo a mi desespero, se ofreció a ayudarme, yo era bastante ingenuo y acepté sin pensar. Al comienzo todo iba muy bien, las ventas aumentaban y la relación con mi socio era más estrecha, tanto que yo le confiaba mi empresa con los ojos cerrados, él era mi mano derecha. Pero cierto día, descubrí que las cuentas no iban bien, inicialmente supuse que era un error, mi contador me confirmó que no, y por si fuera poco, descubrí que Ricardo estaba traficando con mi mercancía, al confrontarlo lo negó. Estaba tan molesto por su traición que no lo pensé dos veces y lo maté, ese hombre era mi hermano.
Ahora bien, ¿Quién de ustedes se cree tan listo para engañarme y pensar que no lo podré capturar? Quiero que salgan de aquí y me traigan ahora mismo al infeliz de Carlos y más les vale regresar con él vivo o sino a ustedes les esperará el mismo destino. Recuerden, tengo ojos en todos lados. ¡Largo de aquí!
Matar a su hermano por robar unas mercancías? Ese hombre es un desalmado! Pero si es verdad que, en base al miedo, los mafiosos se ganan el respeto. Encontrarán a Carlos? Rodarán más cabezas? @pgarcgo
Así es. Esperemos que todo se resuelva de la mejor manera y que no hayan más muertes.