Plantar un árbol, uno de los retos de vida que todos deberíamos cumplir-

¡Hola amigos! Quiero abordar en esta oportunidad, un tema de mucha importancia para la salud del nuestro único y hogar común, como es el planeta tierra. Se trata de la reforestación de nuestro medio ambiente donde vivimos.

Tal vez muchos de nosotros hemos escuchado el dicho que dice: “en la vida hay que hacer tres cosas: escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo”. Somos alrededor de 7.442 millones de habitantes que hay en la tierra actualmente, imagínese qué cada uno de nosotros siembre un árbol. ¿Cuánto no sería el beneficio qué le aportaríamos al planeta tierra, a la biodiversidad?

La deforestación de arboles está causando estragos en el medio ambiente, en el clima, en los suelos, en el agua, en el oxigeno qué respiramos. Cada día se talan indiscriminadamente miles de hectáreas en la selva amazónica, qué es el mayor pulmón del mundo, destruyendo la flora y la fauna, con la excusa de ganar tierras para el cultivo, la ganadería y el desarrollo de urbanismos y carreteras, sin tomar en consideración el grave daño que se le causa al único planeta donde podemos vivir.

Hablando metafóricamente, la tierra es una isla rodeada de un infinito espacio sideral inalcanzable para nosotros, donde la vida hasta donde sabemos es imposible aun. Si destruimos nuestro único hogar, nuestra única nave galáctica donde la vida es posible y sustentable, la qué todavía generosamente nos provee manantiales caudalosos de agua, alimentos, aire puro para respirar, diversidad de fauna y flora; si la destruimos, ¿A dónde iremos entonces? ¿Qué heredarán nuestros hijos? ¿Una tierra sin vida, incapaz ya de regenerarse por sí sola?

De ahí pues la necesidad de tomar consciencia, de aportar cada uno de nosotros un granito de arena para por lo menos palear un poco el daño que ya le hemos causado. En cada uno de nuestros hogares, por lo menos los que no vivimos en bloques de apartamentos, tiene por lo menos un pedazo de tierra donde poder plantar un árbol, o un arbusto. O de lo contrario podemos unirnos y colaborar en campañas de reforestación de arboles en nuestras ciudades o pueblos donde vivimos.

Son innumerables los beneficios que aporta la reforestación de arboles, o los árboles en sí: producen oxigeno, purifican el aire, forman suelos fértiles, evitan la erosión, mantienen los ríos limpios, captan agua para los acuíferos, reducen la temperatura, mejoran el paisaje, sirven como refugio para la fauna, regeneran los nutrientes del suelo y mucho más...

El solo hecho de plantar un árbol ya de por sí solo es una buena obra, pero si nos unimos y participamos activamente en programas y campañas de reforestación en las ciudades o pueblos donde vivamos, nos deja una gran satisfacción como ciudadanos. Y está demostrado, qué participar en obras sociales, en obras de caridad, en obras benéficas, pertenecer a grupos religiosos, en actividades qué nos motiven a dar algo de nosotros es beneficioso para la salud mental. De tal modo qué, hasta para nuestra salud mental es beneficioso sembrar un árbol.