!Hola @fisiomonica! gracias por leer y comentar, es una verdad indolente que no solamente se aprecia en los espacios dedicados a la salud, también en la escuela, el hogar, en la comunidad donde vivimos y la sociedad en general como bien lo expresas. Vecinos que no dan los buenos días o padres que no saben quien les cuida o educa a sus hijos, hay una profunda falta de contacto, en principio consigo mismo y luego con el mundo de relaciones. En las afueras de hospitales públicos es deprimente ver la indolencia del "personal de la salud" que les pasa por un lado a enfermos que mueren de mengua.

Aunque el titulo del post se refiere al sentido de la vista, la complejidad es mayor, no se ve, no se escucha, no se comprende, no se toca al otro ... el mejor regalo que se le puede dar a un paciente, al hijo, la pareja, el vecino o cualquier otra persona es lograr ese contacto que sólo es posible cuando nos quitamos las máscaras de los títulos o roles .. tu paciente, yo doctor ... y nos mostramos humanos, cómo lo que realmente somos, no lo que creemos ser. Podemos conocer muchas teorías y técnicas, pero para tocar el alma de otra persona lo único que se necesita es mostrar la propia ... entonces, sólo así, habrá contacto, se produce la magia.