Un reencuentro familiar

Corría el año 1997 acabábamos de llegar al funeral de un familiar, los abrazos, los cuentos, los chistes, las ultimas noticias de días sin vernos las caras y como siempre surgió la misma pregunta que siempre nos hacíamos: ¿Porque siempre nos vemos las caras en los funerales? ¿Por qué no en una fiesta en algo más alegre?

Allí mismo en aquel extraño lugar y momento quedo conformado un comité de 5 primos, representado a cada una de las familias que conformaban los cinco descendientes de los P.A. Pusimos fecha y casa para la primera reunión de planificación, nos llevó tres meses la organización, ocho visitas, 150 llamadas telefónicas, presupuestos de compra y hasta un equipo de emergencia.

Reunir en una finca a varios kilómetros de distancia de la ciudad capital no fue tarea fácil, preparamos hasta una inyección de toxoide por si pasaba algo, porque estábamos alejados de centros asistenciales.

90 descendientes entre esposas, esposos, hijos, nietos y bisnietos de 5 hermanos, es bastante cantidad, diría mi prima Felicia: “…Oye pero a estos tíos si les gustaba tirar”.

Se organizó un recibimiento, con brindis. Una sección de fotografías en grupos familiares. En la pared había un árbol genealógico familiar que ocupaba toda la pared, con fotografías.

Se realizó un show animado por los primos en donde se les entregaban premios a los primos con un tono muy chistoso, se bailó, se comió, se hicieron piñatas para los pequeños. Unas primas hicieron un show de flamenco porque son bailaoras. En la noche se hicieron fogatas para ver las estrellas.

Nos acompañaron amigos de toda la vida de la familia, de esos que se vuelven casi tú familia de tanto estar en ella.

Se realizó una misa en honor a los parientes que ya partieron, lanzando globos de colores con sus nombres. Esta fue muy emotiva recordando a los parientes que ya no están.
Volvimos a repetirlo unos años después, nunca como el primero que fue especial.

Ahora mis parientes estan dispersos por el mundo, debido a las circunstancias que se viven en mi Venezuela y siempre recordaremos la hermosa; Reunión en la Finca La Fuensanta en 1997.

Y que la vida los trate amablemente a todos