¡Qué bonita eres cuando te quieres!

He aquí una lista de cosas simples que hicieron que mi semana fuese de lo mejor:

Mi pequeña y hermosa sobrina

Vino de visita el lunes y, como siempre, tenerla en mis brazos hace que mi corazón explote de amor. Recuerdo la manera tan espontánea en la que, nada más al verme abrir la puerta, abre sus bracitos para que la cargue; o como cuando no me ve por unos segundos quiere llorar. La amo.

Mis padres y un hogar calentito de amor al cual puedo llegar

A veces cuando regreso a casa y mi mami no está y tengo que retener por más tiempo las 20.000 palabras que quiero decirle siento que colapso, sin embargo, cuando mi padre regresa del trabajo y mi mami de donde quiera que hubiera estado, nos acostamos en su cama para hablar de todo y nada. Puedo decir con certeza que no hay lugar como el hogar.

Amigos

Todos y cada uno de ellos. Compañeros de danza que veo día a día, amigas del alma y corazón a las que no veo con la frecuencia necesaria pero siempre hablamos (sí, ustedes dos todos). Todos hicieron de mi semana la mejor.

Mis compañeras bellas de danza.

Clases de danza contemporánea

No sé qué podrá ser, si el universo me está sonriendo o yo estoy mejorando, pero cada día me va mejor, cada clase hace que me enamore más. Y mientras corren los días y se acerca el día de la función final, puedo sentir que todo ha valido la pena, y la emoción no cabe en este pequeño cuerpecito de 1,66 mts. I❤Dance (yo corazón baile😋).

La foto más artística que tengo.

El amor propio

Que les digo que cada vez que me veía en el espejo no podía creer lo linda que lucía, lo fabuloso de mi cabello y el brillo de mis ojos. Cada día trae consigo una batalla para recordarme todo lo que he aprendido en estos últimos dos años, trato de no olvidarlo. Pero hay días en los que mi corazón toma el control de todo y lo hace mucho mejor que mi mente, me hace amarme. Y qué bonita me veo cuando me amo. Todo lo bueno empieza desde dentro.

#Selfesteemonpoint.

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Cuando tu corazón está feliz porque le has tratado bien, la vida te recompensa.

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Y por supuesto las barquillitas que me comí después de clases.

Tenía semanas cazando la barquilla de fresa el viernes por fin el vendedor llevó ese sabor. Cerrando con broche de oro después de destruirme en la clase de ballet. Gordita (queriendo adelgazar y pretendiendo que voy a lograrlo mientras sigo tragando) y feliz.

Y un extra

Recordé otra de las razones por las que amo el atardecer, mi momento favorito del día. No sólo por sus colores o la frescura de la noche llegando (aunque a veces los calorones no se quieren ir). A esa hora todas las aves vuelan en parvadas enormes y parecen unos pequeños ejércitos surcando el cielo buscando árboles dónde pasar la noche. Me causa gracia como van todas y se posan sobre un árbol y de repente salen volando como diciendo "ay no, este no me gusta, mejor aquel" y pasan a otro. Me encanta verlos.

Toda la semana de regreso a casa iba viendo el cielo lo más disimulado que pude para no caerme y para no parecer una de esas niñas que andan siempre con la cabeza en las nubes... aunque allá es donde siempre la tengo, jajaja.

Pequeñas cosas que hacen que todo brille.

Estoy un poquito triste por decirle adiós a la mejor semana de todas, pero feliz porque pude vivirla y tengo la esperanza de que lo mejor está por venir.