Interesante relato amigo, el protagonista parece encontrarse en uno de esos momentos que solemos atravesar los llamados millennials, debido al extraordinario volumen de información que manejamos a diario, pero que debido a la inmediatez a la que nos hemos acostumbrado y al ritmo acelerado con el que se desenvuelven nuestras vidas, nos es imposible asimilarlo y aprovecharlo adecuadamente, si no hacemos la debida pausa y nos detenemos a analizar con detenimiento el sentido hacia el que nos dirigimos. Por eso muchos jóvenes actuales, pueden llegar a perder el gusto por el aprendizaje, por la historia de sus antepasados y el sentido de pertenencia hacia su lugar de origen, algunas personas en esta sociedad tan agitada y convulsa, suelen convertirse en una especie de autómatas que solo tienen como propósito trabajar en algo que no les llena, con el fin de producir dinero y alimentar una cadena de producción en la que se generan cada día más familias disfuncionales, pues esa poca cantidad de dinero no compensa el tiempo que se pierde junto a los seres queridos y esto acarrea consecuencias profundas en la sociedad. Disculpa lo extenso de mi análisis, buen trabajo, saludos.