Cyberocracy - Dirigencia Artificial (Novela de Ciencia Ficción) Cap. 1.3

_{Esta imagen es la modificación que he realizado de otra ya existente y disponible libremente en pixabay.com}

En esta oportunidad he tardado bastante en publicar esta nueva entrega, se debe a que he tenido muchas dificultades económicas y por tanto cosas de las que ocuparme, espero lo comprendan, intentare que no se repita aunque no puedo asegurar nada.

Índice

Prefacio
Capitulo 1. Parte 1
Capitulo 1. Parte 2

Sinopsis

Un joven magnate y genio tecnológico llamado Axel Sapienz, exiliado de su mundo natal desde su adolescencia, prepara un plan para liberar a su nación, Venexia, del yugo que le propina el sistema tiránico que la gobierna, encabezado por una cúpula político-religiosa corrupta y retrograda, que se opone a los avances tecnológicos y culturales, para ello desarrolla un pequeño ejército de robot autómatas, una super computadora cuántica con inteligencia artificial avanzada y un escuadrón de elite compuesto por individuos con capacidades mejoradas tecnológicamente, que tendrán como objetivo derribar la tiranía e implantar y mantener la Ciberocracia (Cyberocracy), un nuevo sistema de gobierno ideado por Sapienz, en el que la jefatura del estado es ejercida por el sistema informático denominado Prexy.

En frente se toparán con una enorme mafia narcotraficante, que cuenta con el control de un ejército de adictos a una potente droga llamada Toxy, la cual proporciona una fortaleza sobrenatural a sus consumidores, a costa del deterioro acelerado de la salud física y mental de estos. Por lo tanto, para lograr su cometido, deberán enfrentar no solo al poder constituido legalmente, sino también a numerosos grupos delincuenciales y anárquicos que proliferan en el pequeño, pero exuberante mundo en que se encuentra esta nación.

Capitulo 1. Preludio a la Ciberocracia (parte 3)

Los espectadores ubicados en las butacas de las primeras filas, habían mantenido la calma durante el inicio de los altercados que se sucedían la sala y solo se levantaron de sus asientos una vez que se detuvo la ponencia, la señora de Sapienz y su hijo que estaban en este grupo, habían permanecido a la expectativa ante tales disturbios, sin embargo, el súbito estruendo que estremece el salón les toma por sorpresa.

Por supuesto, con las explosiones se desata la desbandada colectiva, cada quien intentando resguardar su propia integridad física. La situación se vuelve un completo pandemónium y la repentina retirada de los asistentes, genera inmediatamente una tragedia, se producen innumerables tropezones y las personas corren desmesuradamente unas por encima de las otras. Aunado a ello, el sistema de iluminación comienza a fallar y los rociadores automáticos contra incendios se activan.

—¡Corre hijo! —es lo único que en tal momento de conmoción consigue pronunciar aquella madre, a la vez que en su mente se proyecta un collage de imágenes pertenecientes a todas aquellas agresiones que había estado temiendo pudiera sufrir su marido y que ahora podrían hacerse realidad.

—Ven conmigo mamá —contesta el joven Axel mientras la toma del brazo y en lugar de dirigirse a la salida del auditorio, intenta avanzar al frente, en dirección al estrado donde está su padre, quien al mismo tiempo procura por todos los medios posibles llegar a ellos para ayudarles a escapar del tumulto.

Luego de haber podido desplazarse solo un par de pasos, el chico siente un fuerte tirón y pierde el agarre que tenía sobre el brazo de su madre, al intentar voltear para ver lo que ha ocurrido con ella y sujetarla nuevamente, es empujado desde un costado de su cuerpo y cae bruscamente al suelo. Durante la caída apenas ha podido divisar a su mamá, que también se encuentra en el piso con la mano extendida hacia él, pero la avalancha de piernas que fluye entre ambos le impide alcanzarla, aun cuando solo unos pocos centímetros los separan.

Muchas personas provenientes de las filas superiores pasan sobre ellos sin control, han tomado esta dirección debido a los estallidos ocurridos en las zonas más elevada del aula, por lo que Axel sufre números golpes y pisotones durante aquellos eternos segundos, sin embargo, su mente no admite otro pensamiento que no sea el de acudir en ayuda de su madre, por lo tanto aquellos instantes para él parecen nunca acabar y aunque su cerebro ha bloqueado su percepción física del dolor causado por las magulladuras que recibe, la imposibilidad de socorrerla de ipso facto como desearía, le produce un nivel de angustia que le hiere emocionalmente tan profundo como si de espinas incrustadas en su corazón se tratase.

Al fin consigue reponerse y llegar a ella, que se encuentra totalmente inconsciente, tendida en el piso y con trazos de sangre en su rostro.

—Mama levántate, dime algo, MAMA... —grita desesperadamente el adolescente a la mujer que le dio la vida— vamos, salgamos de aquí, vas a estar bien.

Levanta a su madre en brazos, sacando fuerzas de donde su delgada complexión parece ya más no poseer, la arrastra con gran dificultad abriéndose paso entre las personas que continúan su retirada del auditórium, al tiempo que se desplaza entre la gente, gira su cuello en ambos sentidos y escanea velozmente con su mirada todo a su alrededor, escudriñando visualmente la nube de humo que comienza a dificultar de forma acelerada la visibilidad en el salón, intenta percibir entre la multitud el rostro de su padre, a quien vio intentando bajar del estrado tan solo unos segundos antes, pero que ahora ha desaparecido enteramente de su alcance visual.

La respiración se vuelve cada vez más cuesta arriba, el humo es muy intenso por lo que su inhalación está provocando en él una aguda e indetenible tos que lo sofoca, las fuerzas de sus músculos no le rinden lo suficiente para lograr movilizarse llevando a cuesta el peso de su madre. «No puedo perder la calma, necesito actuar inteligentemente» piensa el muchacho haciendo una breve pausa en su accionar e intentando controlar el desbocado galope de su ritmo cardiaco, sabe que la temperatura elevada del aire contaminado proveniente del fuego, hace que la nube se mantenga en alto y que a ras del suelo se encuentre aire algo más limpio, de modo que decide agacharse y gatear aprovechando que el flujo de personas en ese lugar ya es menos denso.

Conoce bien las instalaciones, sabe que en la parte inferior del estrado existen varias pequeñas puertas que se emplean para labores de mantenimiento y logística, ya que él mismo ha trabajado anteriormente en ese tipo de tareas durante eventos académicos y musicales, por lo que sabe muy bien cómo acceder a esa área y utilizarla como vía de escape para conseguir suministrarle los primeros auxilios a su mamá lo antes posible. Con la visibilidad casi totalmente impedida, logra arrastrarla hasta el borde inferior del estrado y la recuesta en la orilla, utiliza su suéter para cubrirse la cara evitando así respirar directamente el humo y se dispone a conseguir una puerta por la que ingresar a aquella especie de sótano, por el cual debería poder salir fácilmente del auditorio.

Pronto encuentra una de ellas, pero está cerrada, intenta infructuosamente abrirla por uno instante y continúa hacia la siguiente, «alguna debe estar abierta, siempre que hay un evento se deja una sin cerrar para usarla rápidamente ante cualquier inconveniente técnico» reflexiona sin detener su búsqueda. La segunda puerta a la que intenta abrir también se encuentra cerrada, su preocupación se incrementa en la medida en que debe alejarse más de su madre en su intento por encontrar una salida alternativa, se desplaza a la siguiente y para su enorme satisfacción, la puerta sede al ser empujada, desplazándose a un costado y creando una entrada hacia el interior de la estructura, de prisa Axel retrocede en busca de Ada y la trae consigo hacia esta improvisada ruta de escape.

Dentro de aquel sótano bajo el escenario, el oxígeno es mucho más respirable, el lugar está casi totalmente vacío y oscuro, pero en el extremo opuesto al que les sirvió de entrada, se ubica una puerta desde la que ingresan rayos de luz por las rendijas entre esta y su marco. Este acceso conduce a un pasillo en el cual se escuchan personas transitar, de modo que el chico se dirige hasta allí y sin problemas logra abrir esa puerta cargando consigo a su madre.

—Auxilio, por favor ayúdenme —le pide a quienes encuentra desplazándose por aquel corredor— mi mamá está muy mal herida, recibió muchos golpes.

—Tranquilo, la llevaremos a afuera para que la atiendan —responde uno de los universitarios que se detienen para prestarles ayuda— ven con nosotros también necesitas atención.

Se trata de un par de estudiantes quienes se dirigen a la salida del edificio y que al verlos allí en tal condición, se han apresurado a ayudarles cargando a la profesora Lovel fuera de aquel fatídico lugar, para llevarla con los cuerpos de paramédicos que ya se comienzan a hacer presentes en las afueras del recinto. La adrenalina comienza a disiparse en el organismo del joven informático y mientras va saliendo por sus propios pies de aquel interminable pasillo, comienza a sentir intensos dolores en su hombro derecho y en todo ese mismo costado de su pecho, así como en su pierna izquierda que también empieza a fallarle.

—Mi padre aún debe estar dentro, debo regresar a buscarlo —dice repentinamente y en un tono de voz bastante débil, dirigiéndose a sus acompañantes al mismo tiempo en que hace una pausa en su caminar— él es quien estaba dictando la ponencia, el Dr. Mar...

—Claro, Marlon Sapienz —contesta el otro joven que camina a su lado— lo sabemos, todo el mundo en la universidad te conoce a ti y a tus padres, no te preocupes continúa caminando, ya él debe haber salido. En el escenario hay comunicación con los pasillos que dan con el exterior.

De pronto ya no solo se escuchan en el ambiente los crujidos de las llamas y los alaridos de las personas atrapadas, sino también las sirenas de los camiones de bomberos de la universidad que acuden al lugar del siniestro para rescatar a las víctimas que allí dentro permanecen.

Muchas gracias querido lector o lectora, por haber dispuesto una parte de tu tiempo a leer esta entrega de mi novela, espero que hayas disfrutado la lectura y que el contenido haya sido de tu agrado, si es así, por favor apóyame con tu voto y si decides republicar el artículo en tu propio blog, pues mucho mejor. Algo que también valoraría mucho, es que me regales un comentario en el que expreses tu opinión sobre lo leído, de modo que yo pueda saber en qué voy bien y que está mal, para poder corregir y mejorar mi escritura. Pronto continuara esta historia, así que espero vuelvas a visitar mí blog próximamente.