DISCURSO DE GRADUACIÓN

Ya han pasado casi dos años desde que me gradué del bachillerato, o como le dicen aquí en Venezuela: el liceo.

Semanas antes del acto académico fui escogida para escribir y dar el discurso de graduación. Estaba nerviosa, pero a la vez emocionada. Pase alrededor de una semana escribiendo ese discurso, quería que quedara perfecto; que fuera inolvidable para mi y para mis compañeros. 

Así que sin nada más que agregar, me gustaría compartir esas palabras con ustedes, mis compañeros de Steemit, para que sean parte de uno de los momentos mas emotivos de mi vida...

Discurso de Graduación

"Ciudadana directora Licenciada Myriam Merrick de Santana, Ciudadano Coordinador de Control de Estudio y Evaluación Prof. Ismael González, Ciudadana Coordinadora de Educación Media General Prof. Ana Cecilia Pérez, Ciudadana Coordinadora de Educación Inicial y Primaria Prof. Yanis Ruiz, Estimados Docentes, Personal Administrativos y Obreros de Nuestra Institución, Padres y Representantes, amigos graduandos: muy buenas tardes!

Gracias por acompañarnos hoy, en un momento tan importante y esperado por nosotros, el día en el que decimos adiós a muchas cosas… En primer lugar me gustaría dar las gracias, ya que se me ha dado la oportunidad de hablar en representación de todos mis compañeros. 

 Ahora mismo, vienen a mi memoria tantos y tantos días pasados entre las paredes del colegio, tantas clases, recreos y horas juntos. Tanta felicidad, que no cabe en una hoja de papel…

Recuerdo cuando comencé a estudiar en este colegio, tenía tan solo 6 años. La mayoría de nosotros éramos pequeños cuando entramos a la institución, lo cual nos ha dado el tiempo de conocernos los unos a los otros. Estando en primaria vivimos momentos únicos: como los paseos a las obras de teatro, los niños lectores, las fiestas de carnaval, las yincanas, entre otras cosas. Tuvimos maestras ejemplares, que siempre recordaremos, como lo fueron Rebecca Zambrano y Mariana Vera.  Poco a poco fuimos creciendo, nos íbamos convirtiendo en “Niños grandes”. Ya en 6to grado terminaríamos nuestra etapa con camisa blanca, y vendría lo que todo niño y niña de primaria desea: la camisa azul.

Llegó el bachillerato, con profesores nuevos para cada asignatura (la mayoría de ellos ya no están con nosotros pero nunca olvidaremos, entre los que destacan: Edward, Alexandra, Adriana, Miss Tocorón, Porki, Rene, las queridas Magdelia y Bola ocho, Ronaldinho, Vidrio, la particular Olga que siempre compartía su amor por la playa y su hija África, Mariangel con el inolvidable “tengan fe”, y finalmente la profe Maribel que siempre tendrá un lugar especial en nuestros corazones), vinieron nuestros primeros exámenes y obviamente las primeras chuletas; así como las evaluaciones en pareja, donde no podía faltar el “chama no estudié, por fa ponte conmigo”. Y por supuesto los famosos 4 puntos del convivir, esos que a veces perdías sin saber cómo y te convertían un hermoso 20 en un desagradable 16, o que por otro lado también podían salvarte la patria convirtiendo un 09 en un 10. 

Comenzando 3er año conocimos a las temidas tres marías, y no creo que haya alguien que no tenga una experiencia que contar a este respecto. Con relación a física, quien no recuerda el libro de 10 kg que había que cargar en el bolso, de donde Iranzú nos mandaba a investigar de la página 5 a la página 169, y del que sacaba los queridos laboratorios; también en química, el yogurt que hicimos y nadie probó y por supuesto bachilleres, el inolvidable 6,02x10^23. Sin embargo en esta etapa comenzamos a madurar, ya no éramos niños, sino “adolescentes”, y todo sabemos lo que pasa en la adolescencia, las cosas que antes parecían sin importancia ahora comenzaban a tomar un nuevo sentido, y paso a paso vimos como todo cambiaba, esto fue el preámbulo para la esperada camisa beige.

Nuestra emoción era palpable, al igual que nuestros nervios debido a que ya se acercaba el final, comenzaba la cuenta atrás, que se volvió mucho más emocionante cuando entramos a 5to año. Ya éramos los más grandes, los que tenían que “dar el ejemplo” en el colegio. A pesar de esto, nosotros llegamos con la tan escuchada idea de que “5to no cuenta, no te des mala vida porque no importa” o “5to es relajado”, para encontrarnos con que es uno de los años más determinantes, porque aunque tal vez tus notas en este año no tuvieran mucha importancia para la universidad, este sería el año en el que tomaríamos la decisiones más determinantes, las que influirían en nuestro futuro, es el período en el que te das cuenta de que todo lo que hiciste durante los cuatro años anteriores sí era importante, desde las calificaciones hasta las amistades y las relaciones que estableciste. Y claro, como no mencionar el gran dolor de cabeza que tuvimos en todo 5to: El Proyecto, Dios el proyecto, que bueno, al final, a pesar de los baches, todos terminamos aprobando. Es por eso que este último año marcó la diferencia en todos los sentidos, nos unimos mucho más como grupo y formamos lazos especiales con los últimos profesores que se integraron a la institución, como nuestra madrina Vanessa, el inigualable profe Cesar, la divertida profe Conchis, la bellísima Neylin, nuestro pana el profe Pedro; y por último pero no menos importante, me gustaría hacer una mención especial a las profesoras Iranzú Acosta y Janis Pálima, que nos han acompañado durante mucho tiempo y han compartido con nosotros desde los momentos más importantes, hasta los más insignificantes, razón por la que nació hacia ellas un inmenso cariño. Sin duda alguna puedo decir que lo que vivimos en este último año fue lo mejor, y que a pesar de uno que otro problema, todo fue increíble. 

Con estas palabras quiero recordar verdaderamente el significado que conlleva haber convivido tanto tiempo en el colegio, que no tendría sentido sino estuviesen en él todas las personas que hoy estamos aquí, tanto los estudiantes que lo llenamos, como los profesores, y los padres, que cuando éramos niños tomaron la mejor decisión para nosotros. En este colegio hemos tenido tiempo para todo, sin lugar a dudas hemos aprendido y hemos recibido cariño de la mayoría de las personas que en él laboran. 

Ya han pasado 12 años desde que mis padres decidieron inscribirme en el Academos. En el caso de otros son 15 años, algunos 10, 8, 5, e incluso 2 años, así como también recordamos con cariño y aprecio a los que se han ido del colegio. Definitivamente extrañaré verlos y compartir con ustedes diariamente. Hemos pasado aquí toda nuestra vida o por lo menos una parte importante de ella, con malos y buenos momentos, pero nos quedamos con los mejores: las fiestas, las burlas y chistes, los primeros amores, nuestros amigos, los paseos, sacar un 20, entre otras. Todas estas experiencias han servido para formarnos verdaderamente como somos y que algún día lleguemos donde queramos. En esta tarea, han tenido mucho que ver los profesores y padres que ahora se encuentra aquí presentes, quienes nos han enseñado a no rendirnos y a esforzarnos para dar siempre lo mejor de nosotros. Es difícil decirle adiós a la que ha sido hasta ahora la mejor etapa de nuestras vidas, donde tuvimos la oportunidad de conocernos y vivir los mejores momentos juntos.

 Ahora se cierra un ciclo, esta despedida nos abre las puertas a una nueva etapa de la vida y a un futuro prometedor lleno de oportunidades. Por último, quiero decirles, que me siento inmensamente agradecida de que en mi camino se hayan cruzado todas y cada una de las personas tan maravillosas que hoy están aquí, incluyendo a las que no pudieron acompañarnos (Isabella Baute y Valentina Martínez). Debo reconocer que nunca  olvidaré a ninguno de ustedes, porque siempre serán  parte de mí; cada uno ha dejado su marca, una huella imborrable en mi corazón y en mi memoria, donde siempre los llevaré y recordaré con la mayor alegría posible. 

 Espero también, que dentro de algún tiempo, puedan volver la vista atrás, y recordar las palabras pronunciadas en la graduación de aquel 5to año del cual formaron parte. Que estas puedan sacarles una sonrisa, y que en ese momento se sientan orgullosos de lo que hayan sido y de lo que aún pueden llegar a ser. Y así saber que todas las experiencias vividas, las batallas luchadas, las lágrimas derramadas, las risas compartidas y las metas alcanzadas, habrán merecido la pena.

…Gracias a Dios, a la vida, al colegio, a nuestros padres y al destino, que nos dieron la oportunidad de vivir esta experiencia juntos y de volvernos la gran familia que somos ahora. 

MUCHAS GRACIAS."

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Por aquí les dejo un pequeño vídeo del acto de graduación: