Falsas expectativas

Cuando escuchamos a personas decir "no esperes mucho de otra persona porque los demás no están dispuestos a hacer por ti lo que tú harías por ellos", vale la pena darnos a la tarea de enfocarnos un poco más en este punto, en vista de que muchos de nosotros siempre hemos esperado tanto y recibido a veces tan poco que al final terminamos decepcionados o desilusionados pero al final ¿quién nos obligar a tener esas expectativas de otro?

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Muchas veces nos ha dado por elogiar personas, hacerles saber que estás allí y que cuentan contigo para lo que necesiten en todo momento y en todo lugar, esto arraigado por lo general a un especial afecto que los une que fortalece una relación de amigos, personal o familiar.

Las necesidades de compartir con esta otra persona hacen que creemos en nosotros un hábito por lo que está bien y lo que nosotros consideramos que lo está, sobre este último particular quiero enfocar:

• El hecho de que pensemos que algo esté bien para otro no significa que así sea, y que no debemos ser la manzana de la discordia porque otro no encuentre un mismo punto de encuentro con nuestro razonamiento.
• Tener ilusiones con otras personas no está mal pero cuidado de convertirla en desilusiones agravadas por la misma situación que estés sintiendo en el momento.

A pesar de que nos guste que los demás hagan muchas de las cosas que les decimos, esto no siempre sucede.

La vida trae sorpresas pero cuidado que dentro de estas sorpresas tengamos nuestra caja de pandora.

Si bien es cierto que todo proyecto amerita de una planificación previa para una mayor y mejor consecución de la misma, no es menos cierto que no siempre las cosas salen como las planificamos y que al final terminamos asumiendo estos "problemas" improvisando de la mejor manera.

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Por eso asumir estos retos de una forma entusiasta en la vida, no generar rumores y sueños utópicos que puedan llevarnos a la desesperanza por distintos motivos, uno de ellos porque las cosas no se dan como queremos sino que por el contrario luchemos por ello dando lo mejor de sí, a sabiendas que las cosas puedes cambiar o variar.

Siempre es bueno ser elocuente con las ideas que tenemos y partícipes de nuestros sueños y esperanzas, seamos creativos e inteligentes a la hora de lidiar con esto, demos nuestra mejor cara a la lucha de nuestros ideales y respetemos la manera en como los demás vean las cosas en el mundo.