Una maravillosa y sentida reflexión; a lo que ya nos tienes acostumbrados. Me gustan las cosas que dices. La única forma de que el saco no se rompa es vaciándolo de vez en cuando, no dejarlo copar hasta sus límites, en caso de que eso pase, entonces aguja e hilo con él. Tú da lo que quieras dar, pero solo bajo el consentimiento de ti mismo, nadie más tiene poder sobre ti que tú mismo. Adelante hermano, ese saco vale diamantes. Un abrazo.
Mi queridisimo @rocoduran tus palabras como siempre suman de forma positiva al contenido publicado, mucha verdades hay en ella, gracias por regalarme un poco de tu valioso tiempo para leerme y dejar tu excelente y oportuno comentario. Te envió un camión de abrazo.