Cinco desgraciados en busca del Libro Prohibido.
España, Toledo. Una ciudad fantástica, inexplorada, llena de secretos. Esa es la ambientación de El Club Lovecraft, una obra bastante... interesante, del autor Antonio Lázaro (filólogo español, 1956), y es una ambientación que no deja nada que desear. Gracias a los conocimientos extensos del autor, tenemos una descripción viva, y desalentadora a la vez, del territorio oscuro que supone, para nuestros protagonistas, la ciudad.
La historia en sí misma, es sencilla: Un amigo del protagonista (Leonardo) regresa a Toledo envuelto en fama y prestigio: Es un reconocido novelista y cazador de tesoros literarios. Y, ahora, ha sido contratado para conseguir el mítico Necronomicón, sí es que existe. Haciendo uso de sus facultades como amigo y orador, y de su fama, el escritor Bruno Dampierre logra convencer a Leonardo y sus amigos del "Club Lovecraft" de ayudarle a encontrarlo. Es algo loco, lo sé, considerando lo que se supone que es el Necronomicón.
Mi misión no es desollar la historia y contar sus giros dramáticos... definitivamente, esta es una historia que cambia mucho. Es fácil (y correcto) pensar que no trataría realmente de lo que dice tratar, pero no lo es darse cuenta de lo que en realidad trata, al menos no desde el principio. Leonardo Pacheco, nuestro protagonista, un hombre ya entradito en años, acaba envuelto en esta historia contra su voluntad, y viéndose involucrado, hace lo mejor que puede. Es un personaje admirable. Ciertamente, esta obra no estará a la altura de Tolkien, o de Sapkowski, o del mismo Lovecraft, al que hace referencia... pero el pequeño detalle está en que no quiere serlo, pues es una novela que hace de tributo, y ella misma lo dice, una y otra vez.
¿Es divertida? Por supuesto. ¿El universo y mitos que te plantea? Verdaderamente interesantes. Esta obra aumentó mucho el interés que tenía por Lovecraft. Sólo es cuestión de tiempo para que lo lea. Y el mundo de la novela en sí también tiene sus par de curiosidades notables. Son detalles innecesarios, pero que se agradecen. ¿Tiene buenos personajes? No diría que son lo mejor que he leído, pero acaban ganándose respeto y cariño. Espero que la disfrutes.
Ah, eso sí, toda la sección del final y el clímax es perfecta como un tributo tanto a Lovecraft, como a Tolkien. Eso al autor no se lo quito: Al César lo que es del César.
Saludos. - RickWonders, 2018.