Es uno de mis libros favoritos. Como toda alegoría puede tener múltiples interpretaciones. Y eso es lo verdaderamente interesante de este tipo de obras. En esta en particular creo que subyace un substrato psicológico en el que se ve caracterizada la angustia existencial del hombre moderno. Desde este punto de vista, la metamorfosis de Gregorio Samsa en un insecto estaría en realidad indicando una toma de conciencia por parte de este de lo que en realidad es. Era hermano, hijo, trabajador, seguía su rutina, pero esa mañana en que despierta se ve imposibilitado de continuar con la vida que llevaba. Es un insecto, pero no uno cualquiera, sino un insecto que debido a su estructura no puede ponerse en pie, su espalda o caparazón yace en el colchón, sus patas bailan en el aire. Veo en todo ello una clara referencia a la angustia propia del existencialismo, ese despertar que paraliza o que te impide seguir con una vida que ahora te resulta rutinaria pero sobre todo vacía, como un Sísifo condenado a subir una y otra vez la roca (tal como nos lo develara Camus).