El ángel perdido - Antología poética: El dolor me abraza en febrero.
Agarré mi celular y le escribí al chico:
Cuando te conocí, pensé en ti como en un ángel de un cuadro que vi alguna vez. El romance flotaba en mí como una preciosa joya que no podía alcanzar. Sin embargo leí a Fausto, Demian y mi percepción de ese cuadro cambió. Pienso que eres un ángel del infierno, hermoso, que invita a la lujuria y a un montón de pecados. Y aún así, eres el más comprensivo de los ángeles porque sabes de humanidad. No como los del cielo, que te cuidan, sí, pero son lejanos, y a veces te juzgan. No eres frío, eres cálido pero lamentablemente "malo".
Él no lo era todo para mí. Pero sí era ese ángel que me seguía y que yo lo seguía a él. Cuando nos encontrábamos, sus alas me atrapaban y no me dejaban salir hasta que le entregara toda la pasión que pudiera contener una niña. Cuando tomo esa pasión, se fue por tierra a un país lejano pero cerca. Se había perdido y yo estaba bien con eso.
Cuando estás con un ángel, sabes vivir el momento. No lo extrañas, lo dejas ir como el mejor y el más oscuro de los secretos.
Cada vez que agarraba mi celular, veía plumas salir de él, hasta que vi las alas completas. Había vuelto. Sus letras sencillas y lujuriosas, embriagaban como el mejor de los vinos. Muchos dirían que estaba cayendo otra vez por un infantil patán, no entenderían el significado de las alas oscuras.
Las alas oscuras me hicieron encontrarme.
Así como llegó, se marchó y me dejó más aliviada que cualquiera de mis amigos con alas blancas.
El mes de febrero fue un mes de catarsis...me dolió tanto que parece que he envejecido unos 20 años, y que también he vuelto nacer. Un encuentro con tu pasado puedo ser parte de la catarsis. Escribí toda una antología sobre este mes tan emocionalmente fuerte y estaré terminándola hoy, steemians. Sólo falta un post, disfrútenlo.
Entrada.
De love myself a hate myself.
Mis amigos me abandonan.
El estar y llegar a casa.
Ideas de colores y la chica que los piensa.
Se hace grande el alma con dos hermanas.
7.
La mujer de mis anteriores lagrimas.
