Relatos sombríos de la Gran Caracas- Capítulo II

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II

Llegaba al liceo Mariano Mariño ubicado en alguna parte clase baja de la ciudad. El reloj daba las 7:04 AM, multitud de jóvenes entre 13 y 20 años entraban a la institución. La pobreza es racista en Venezuela y más en la capital, donde la población de estudiantes en liceo público está en su mayoría conformada por gente morena y negra, los caucásicos deben conformar el 20% o menos de la población, en instituciones privadas pasa exactamente lo contrario.

28 estudiantes de 4to año de Ciencias esperan a que llegue la profesora de física, Mary sabe que esa espera es en vano, han rotado en menos de 3 meses a 4 profesoras, la última bajo amenaza de muerte por querer impartir su difícil materia con disciplina, el desprecio al estudio de las ciencias naturales sumado a la ley del cañón con plomo trae eso como consecuencia, saber matar, amenazar y amedrentar es más rentable que conocer las leyes de Newton.

Anthony Orozco es el mandamás del salón y de las aulas en general, este título le fue otorgado en el momento en que su Beretta apuntó con toda tranquilidad el rostro de los 3 chamos que trataban de joderlo. Pistola mata cuchillo.
Nadie se mete con él, él trata de no meterse con nadie, ejerce el monopolio de la violencia cuando lo considera necesario, no es de crear conflictos, sino de resolverlos. Si un estudiante tiene problemas con una profesora, u otro estudiante, o problemas para conseguir algún tipo de mercancía él hace de mediador, el director también lo respeta.

Aunque puede ejercer el control total sobre el comercio de marihuana, creepy y perico en el liceo, se abstiene, la experiencia como observador de otros en su posición le enseñó algo muy valioso: quién controla el mercado de las drogas académicas es quién va a terminar muerto y traicionado, él, de naturaleza ambiciosa pero no codiciosa, hizo algo más inteligente, fundó su propio banco central en el liceo, llamado Banco Central de Nueva York, que era un comando dirigido por él para impartir normas y evitar los conflictos entre bandas que vendían y traficaban, y cobrar pequeñas comisiones mensuales por eso. Las normas eran las siguientes:

● Acatar las normas del Banco Central de Nueva York.

● No hablar ni discutir de las normas del Banco Central de Nueva York.

● Quién robe mercancía será castigado con una coñaza propinada por el robado y su crew.

● Quienes resuelvan una disputa a tiros o a cuchillo serán asesinados.

● Cada quien puede pagar el precio que le dé la gana y poner el precio que le dé la gana.

● Peos fuera del liceo se resuelven fuera del liceo.

● Peos dentro del liceo se resuelven dentro del liceo.

● Si el conflicto y odio mutuo es tan grande que quieren irse a las manos deben pedir permiso y avisar pa que todos vean el espectáculo.

● Prohibido sapear a bandos contrarios o traicionar al propio, el castigo es una coñaza con dientes rotos y escarmiento.

● Prohibido amenazar o dar razones sinsentido para ser violento, para evitar que la gente se convierta en bruja o sapee, el castigo será el mismo y si son muchos todos serán coñaseados igualmente.

● Si necesitan guardar dinero o mercancía pueden acudir cuando quieran al Banco Central de Nueva York, poseedor de las mejores caletas.

● Cualquier alzamiento contra la autoridad será castigado a punta de coñazo, tiro o puñal según sea el caso.

● Sólo pueden hablarse disconformidades con las leyes o su aplicación con Anthony.

Este escrito fue pasado entre los alumnos de la institución, Anthony tiene una banda conformada por 15 malandros hartos de tener que caerse a tiros, pero que tampoco tienen ganas de dejarse joder, así que aplican su ley con eficiencia y eficacia.

Las disputas entre mujeres, pendejos. huevones que estén solos y no le importen a nadie, se resuelven entre ellos mismos.

Volviendo a Mary, aprovechando la mañana libre otorgada por la ausencia de profesionales de la educación, hizo lo que mejor sabía hacer: aprovechar lo que Dios le dio. Anthony estaba sentado a dos filas de ella contemplando el tiempo y el espacio, ella se levanta, se para disimuladamente frente suyo y con la misma astucia deja caer de manera “accidental” un lápiz, ocasión perfecta para lucir sus nalgas resaltadas por la tela pegada a los ojos de Anthony, que pasó de contemplar la inmortalidad del cangrejo a pensar en que posiciones se fornicaría al culo que tenía al frente, controlándose por no soltar una nalgada soltó el comentario:

—Coño vale Mary ¿Tú como que me estás seduciendo? — Dijo con picardía. Poco más de eso bastó para que Mary no tuviese que preocuparse por pagar el pasaje de vuelta por un buen tiempo y que ningún otro chamo la cortejara, esos son los beneficios de galopar al chivo que más mea.