El arte y la arquitectura en Oriente

En el mundo occidental, la relación entre arte y arquitectura siempre ha sido muy estrecha. Con notables ejemplos sober todo en Europa. Pero si nos desplazamos hacia el Oriente, India, sudeste asiático y China, esta relación entre arte y arquitectura es más profunda. La línea tenue que divide las artes desaparece por completo, en un orgiástico festival de formas y colores, escultura, pintura y arquitectura y hasta caligrafía, cobijadas bajo el manto de religiones politeístas y una imaginación exuberante, y extravagante en donde los dioses en los templos y pagodas, forman parte del universo real de una población que casi convive, empujada por esa arquitectura pintoresca y compleja, con los dioses de sus respectivos olimpos, con sus pasiones y creencias expresada en la abigarrada decoración profana y sagrada, que integra de forma maravillosa, paradójica pero atractiva, los diversos pensamientos del hombre con respecto al arte y sus complejos y místicos significados que transforman las edificaciones en visiones condensadas de las apetencias estéticas, religiosas y pasionales de ciertos pueblos.

Taj Mahal

El templo de Meenaksi Amman, en el que las aproximadamente 33000 esculturas y el escandaloso colorido, crean una confusa visión casi caleidoscópica que confunde los sentidos y quizás la razón.

Templo de Meenakshi, India.

Menos complicados y mucho más elegantes pero íntimamente ligados a la escultura, en la actualidad muy dañada, pero en proceso de recuperación, son los templos de Angkor Wat en Camboya una construcción religiosa de dimensiones colosales, mezcla de Tumba y Palacio reales, con predominancia de esculturas femeninas llamadas apsaras representadas en relieves de gran belleza, estilizadas y sugerentes.

Templo de Angkor Wat, Camboya.

Sin duda grandes ejemplos de la sensibilidad de esas civilizaciones pero sobre todo de la grandeza e la humanidad.