Personalmente creo que el dinero no compra la felicidad pero SI que ayuda muchísimo. Sin dinero no podríamos hacer muchas cosas que nos podrían otorgar situaciones de felicidad, porque no existe una felicidad permanente. En mi caso, a mi me encanta viajar, soy feliz viajando y recolectando la mayor cantidad de imágenes que pueda. PERO, no obtendría esos estados de felicidad si no tuviera el dinero para pagar mis viajes o para poder comprar una cámara que me permita tomar mis imágenes. Gran reflexión Mario, un abrazo enorme :D