El conocimiento cabalístico como final del sufrimiento del hombre
La Cábala es clara en cuanto a la misión del ser humano en el mundo: hemos venido simplemente a estudiar la Torah, todas las demás actividades son secundarias. Esto es así porque, una vez que hemos entendido los mecanismos de funcionamiento del mundo entonces podemos empezar a tomas conciencia de nuestros actos y enfocarnos en encontrar la felicidad y una mejora notable en nuestras vidas. Si permanecemos ajenos a este conocimiento entonces nos encontramos expuestos a contrariedades y situaciones desfavorables, sin posibilidad de defensa y normalmente incapacitados para mejorar nuestra situación. Este hecho es abordado por el pensamiento cristiano, budista y griego clásico, donde las eventualidades de la vida son aceptadas pasivamente sin posibilidad de cambio, postura rechazada por el conocimiento cabalístico.
El plano físico rechaza la existencia del hombre. Es ese el motivo por el cual los fenómenos naturales siempre tenderán a ser desfavorables y a provocar tragedias. Pensemos que gran parte de la historia del hombre se ha centrado en la pelea por encontrar la comodidad y evitar la tragedia y la muerte. Es claro que las incomodidades de nuestra época son menores que las del inicio de la humanidad por el esfuerzo que representa sobreponerse a estas dificultades naturales. A tal punto esto es cierto que el plano favorece a las personas que crean un daño a los seres humanos o que los hagan pasar por algún tipo de dificultad o dependencia. Es por ello que personas como gobernantes, narcotraficantes, empresarios y mucha gente que daña a las personas se ven favorecidas porque hacen sufrir a otros siendo instrumento de las fuerzas del mundo.
El conocimiento cabalístico no favorece las conductas que dañan a las otras personas, pero tampoco niega la realidad del mundo. Entonces nos propone que otro tipo de esfuerzo debe ser ejercido para evitar la "corrección" del sistema. Es por ello que el estudio de los textos cabalísticos en la madrugada, las obras de caridad y las acciones que rompen el ego. Particular esfuerzo es el que se realiza a través de la meditación, que nulifica la presencia del ser humano en el mundo para elevarlo en los mundos espirituales. La mortificación del cuerpo produce que el mundo tenga que equilibrar la acción contra la persona. También el mundo favorecerá todo lo que se haga para mantener la comunicación y la unidad de todas las personas, de ahí la marcada tendencia de nuestra época por favorecer las tecnologías digitales.
El estudio, las prácticas de mortificación y la meditación alejan el sufrimiento del hombre. Estas acciones permiten la reparación del egoísmo, que es la naturaleza misma del hombre que debe ser corregida para cumplir su función en el mundo que es dar. Esto es complicado ya que los sucesos que pasan en nuestras vidas no dependen únicamente de los hechos que han acontecido en esta vida, sino de todas las vidas pasadas que hemos tenido y donde las acciones por las que no pagamos debido a nuestro egoísmo y comodidad deben ser reparadas. De ahí que las prácticas cabalísticas permiten recuperar la armonía del ser humano con el mundo y consigo mismo.