¡Preparativos para la próxima novela!😎📚✏💻 1.3 (Creación del primer personaje)

Gabriel, es un hombre de 18 años, piel café medio, 1.80 m de altura, musculatura un poco gruesa y bien definida con aire de guerrero espartano, lo suficiente como para llamar la atención, diría que fue tallado por los dioses griegos, retocado por romanos y refinado con persas, tiene una mirada cautivadora, aquella que embriaga de saciedad, frescura, sosiego y dulzura, sus cejas son gruesas bien alineadas, son la envidia de cualquier mujer, esos rasgos femeninos realzan su llamativa apariencia, nariz perfilada, la cara totalmente lisa provoca pasar una pluma y a la vez acariciarla con las yemas y reverso de la mano.

Como dándole cariño a un pequeño felino deleitando sus ronroneos, su cabello es crespo liso, un alisado ondulado, ojos café oscuros, bien, pero bien oscurecidos, no de malicia, es un joven de belleza física relevante, no al punto de ser extremadamente lindo como las estrellas de Hollywood, o algún modelo, es más bien la combinación de su cuerpo con la gracia de su personalidad, la energía calurosa que desprende, más ese corazoncito de piedra, de piedra carmesí, es una joya, una piedra que ni los diamantes se asemejan, ni la presión del mar profundo lo alcanzaría, posee un pedacito de la luna sembrado en su pecho.


Si pasa delante de ti, lo admirarías, desde mujeres y hombres, contagia fantasías, es en resumen irresistible, para quienes lo conocen y se abren, con su labia es capaz de ganarse al mismo Lucifer junto a los más fieles creyentes. Continuando, no es suficiente con exacerbados rasgos, le crece una barba entre estubble y mediana, dependiendo de cómo desee jugar con su pinta, actualmente es semipoblada sin alcanzar ser al estilo leñador. La cara de forma redonda, su peinado es por los lados degradado, en el centro largo con una colita de cabello que le sobresale a lo samurái.


Sus labios son medianos resaltando con grosor, tiene un lunar en el cachete izquierdo al lado de la nariz separados entre 3 a 5 cm, al sonreír se le marca un hueco en el cachete derecho, por si fuera sus orejas son ovaladas casi puntiagudas, esconden una gracia que inspiraría sonrisas a quienes se percaten, debido a un tic, le da por moverlas en momentos de nervios, con pena, igual que la nariz, frente a un espejo desde pequeño ha practicado, la ternura de su nariz la utiliza de arma de convencimiento, seducción y ternura.


Ya que la achica y abre, como si intentara realizar pucheros, lo cual, si hace al querer salirse con la suya. Con pecho, brazos, abdomen, con las líneas marcadas, no es que sea un deportista afanado como aquellos que van enfocados en el gym, repito, es considerable, manteniéndose en forma con entrenamiento de pesas, barras, abdominales y cardio. Por su contextura es irrefutablemente metrosexual, le agrada la superficie del ser humano, le fascina vivir cómodo, fresco y refrescante, por ello tanta dedicación a su imagen, de hecho, exageré, no le cuesta nada cuidarse, seguro en tu mente crees que es un obsesionado.


¿Quién no ha visto a alguien que se amargue y sea adentre a su reflejo hedonista, a veces enfermiza? Él no, se cuida como si cuidara a un bebe o una mascota, se trata como arte, sin ser superior a nadie, como Elias mantiene cierta creencia que se asemeja, la vida es teatro por lo tanto la vestimenta y la imagen del actor es estricto que sea impecable, ser parte de la escenografía, impulsa una coreografía exacta, medida, geométrica, majestuosa, como el rumiar de las aves en pleno despertar, poseía ese encanto de cuento de hadas que exacerbaba y ensalzaba la vida con euforia.


De hecho, es tanto su poder que con crearlo me contagia de su carismático ser. Detalles menos relevantes calza 40 con 25 cm en sus pies, sus piernas si son digas de realzar, son de contextura tenista, gruesas como Gastón Gaudio, David Feder, Rafael Nadal o Roger Federer. Su voz es… de abogado imponente, de narrador o locutor profesional, pero con la suavidad de quien escucha recitar poesía, como quien le pide prestado al viento su calma, con pericia vocifera párrafos de Elvira Sastre, con el volumen de un Cello, gruesa y musical, dominante y serena.


Manos relativamente anchas y largas. A diferencia de Elias un minimalista, Gabriel es más detallista, se fija mucho en cada punto de los recuadros del vivir, siente el sabor en los pequeños ingredientes, lo aprendió de la cocina, las medidas exactas, cantidad y calidad, el orden de los factores altera el producto y a veces no, él sabe que cosas aplicar, quitar, agregar, mezclar, alterar, borrar, cambiar, transformar, calentar, enfriar, equilibrar, hervir, ¿hervir?, hierve su sangre con el espíritu de una niña que se hace mujer con un vestido blanco en la orilla de la playa bajo la luna, una brisa fría que brinda calentura.


Pues sí, es parte de su naturaleza es signo cáncer, maternales, enamoradizos, mágicos, irresistibles con su encanto, a veces pecan de inocentes, o mejor dicho de ingenuo, a tal punto de rozar el Estocolmo, es el colmo, a veces excede de gotas el vaso que se rebalsa, se desborda en lágrimas con la melancolía a solas y expensas de su confinamiento mental, en su cuarto, rompiéndose el corazoncito por romances que él se inventa, a veces dramas que ni él soporta. Peca de manipulador, pero ¿Quién se resiste a su fraternal amistad?


No es su belleza física, es todo su ser de luz que irradia a cualquier que sanan las rabias, contagia alegría, vida, inspiración, lo ves sonriendo o escuchas reír, es suficiente para darte nuevos motivos de vida, pura vida como dicen los de Costa Rica, creo que ese sería un lugar que lo representa, está en sus planes, para no decir que sueña con mudarse al país turista, quiere vivir de lujo como en las películas, cómodo, en playas, hoteles que son como chozas y casas construidas en el mar. La última vez el pendejo se entristeció porque en las noticias contaban que dos mujeres que turisteaban por el país paradisiaco, fueron asesinadas por un desaptado social.


Sabe muy bien que son cosas que suceden en un mundo repleto de maldad, en donde reside sobre pasa los límites de delincuencia le duele que, aunque escape a otro lado se encuentre con semejantes atrocidades, entonces se hace la idea de ir como inversionista y emprendedor, mejorar el país con sus proyectos, después otra vez de pendejo se desanima, se siente culpable querer ir a otras tierras, por huir de la situación país cuando trata de convencerse que merecemos el sueño que queramos en la realidad fría e insensible.


Aparte de irse también invertir en vez de dedicárselo a su madre tierra, aquí mismo, hay grandiosas riquezas que explotar, oportunidad, riqueza, esa vida que busca afuera se la permitiría aquí, sufre una lucha por la contradicción de sus esperanzas, a veces lo que sucede aquí le quita las ganas de imaginar un futuro fructífero, las conjeturas señalan mala hierba hay que quitarla, la cual la maleza ha arraigado parte de su pecho, un poco deprimido e indignado, ¿Qué pasa si deseas limpiar un jardín de aquellas espesuras de plantas que carcomen el sembradío?


Arrasan todo a su paso, no queda de otra alternativa que abandonar el cultivo, eso le sucedía, no quería irse y a la vez sí, conflictos Gabriel que aquí pasamos todos. Es artista, pinta, dibuja, colorea como aquellas magnificencias en la época renacentista, le interesa el diseño gráfico o la arquitectura, quiere ser su propio arquitecto de sueños, el insulso planeta, aunque se venga encima, a contra corriente y regañadientes mantiene su firme posición. Cabe acotar que su carácter es digno de estudiar derecho, su imponencia es como una madre con sus hijos, los defendería hasta la muerte contra la mismísima parca.


Sorprendía, más vale hacerle caso a pie de la letra que abusar de su nobleza, daba miedo al exigir sus derechos, respeto, independencia. En serio se le paso por su mente adentrarse al mundo de las leyes, pero su pasión por soñar despierto, imaginando su submundo de arcoíris lo impulsa a ser un artista, no de aquellos desdeñosos, de hecho, no podía creer que personas tan talentosas fueran tan desordenadas, si más bien su pulcritud lo empujan a mejorar sus obras de artes, aplicaba ese orden en las actividades que realizaba tanto arreglarse su carita preciosa e igual que comenzar un borrador, un boceto, o así sean ideas vagas respecto a algún proyecto.


No se sentía atiborrado, si no se cumplían sus demandas. Solía mantener un ritmo de conversación que no se cortaba, era constante, tanto así que si lo conociera me atormentaría y quedaría a gusto, extraña combinación, como amar y odiar a alguien al mismo tiempo, repulsión y admiración. Pero eso ya es ajeno, en pocas palabras mi paciencia se pondría a prueba en tratar de convivir con alguien así, que a veces choquemos en puntos de vista, exige demasiado, con mi manera de ser bohemia y de temperancia.


Chocaríamos con tanta disciplina, la tengo, pero se me pasa por alto cosa que carecen de sentido, él no, construyo un sentido de solidaridad, ese instinto de madre por su astrología, en querer darle una muestra de amor a quien lo necesitase, si, lo acepto este sujeto es un Angel, belleza y a la vez esparce amor. Me duele agregar que es experto eligiendo los peores amores, confía en las menos indicadas, no, no, apuesta su corazón a las más indicadas a hacerlo sufrir, amores no imposibles, tóxicos y dependientes. La última fue niña de 16 años, le advirtieron…


Los amigos, familiares, su sexto sentido, casi que baja Dios a cachetearlo, que despierte, que abriera los ojos ¡carajo! Detrás de todo esto escondía un secreto, para él no existía problema en conquistar alguna chica, lo consideraba inocentemente normal, una habilidad que ignoraba, nació con la capacidad de enamorar a quien se le atraviese, siendo él mismo, eso es frustrante, capaz de dominar el arte de la seducción y elijas a quienes te destruyan, en vez de sumar, multiplicar, construir, sembrar, aumentar el amor, dar alegrías a ese palpitar que ese excita gritando mudamente su nombre.


Así era este chico. Con las mujeres no es el problema, nunca lo fueron, ni tampoco ofrecieron solución, ni les interesaba por completo, carecían más y más de importancia. Gabriel se escondía en el armario desde que nació su adolescencia. Le gustaban los hombres, pensaba en ellos constantemente a solas, en su cuarto, unas dosis de pornografía entre el mismo género masculino calmaban sus ansias, necesidades básicas como tú, o como yo, le frustraba el hecho de que sus padres fueran tan cerrados, vivía con un padre que es capaz de darle todo, menos la aceptación que representaba más que el todo.


O eso creía, más bien era miedo, temía a que perjudicaran a su pobre hijo. Su única hermana mayor sabía de su clandestina información, lo apoyaba al 100%, tanto que eso unió más su hermandad. Vivían por parque central, la madre separada del padre hace largos años, se daba el lujo de residir en terrazas del Ávila, sitio cache, refinado y caro, podían verla cuando quisieran, mudarse con ella si deseaban en cualquier instancia, pero preferían a su padre más abierto, la madre cerrada tercamente, afanada a su religión, sospechaba de Gabo. Es una zorra vieja, más sabe el diablo por viejo que por diablo.


De modo indirecto le advertía las veces que convivió con su mamá, antes de irse definitivo con el papá, intuía que algo malo pasaría si no se marchaba pronto, por suerte su padre es un pan de Dios, en contraste con el pandemonio de la madre, que me perdonen por hablar mal de una mujer y precisamente alma mater de dos criaturas. En serio rozaba lo infernal, psicópata y malvado, afectando la psique con sus maltratos verbales, le dolía no ser aceptado, ser visto diferente, se sentía inferior, deseaba su bendición completa sin cambiarse, ser él mismo y cada vez mejor con la fermentación del reloj, ¿cuánto duraría esta paz? Paz efímera, tregua suena más generoso, antes de que las vueltas de la vida dieran un golpe en 180 grados.


Fuente de separador.
0#
1#

---

Posted from my blog with SteemPress : Wordpress blog

---