Si crees que los seres humanos poseemos solamente cinco sentidos, has sido víctima de una de las mentiras más crueles y perversas del sistema educativo.

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Un día en el jardín de infancia

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A ver niños, ¿cuántos sentidos tenemos?
"Así, maestra" Responde Camila con la mano abierta indicando que son cinco, como la cantidad de dedos en su manita.
¡Muy bien Camila!
Nosotros tenemos cinco sentidos... A ver, ¿quién me dice cuáles son?

¡Yo, profe! Responde con entusiasmo el pequeño Santiaguito...
A ver Santiago, ¿cuáles son los cinco sentidos? Ahmmm, ver, escuchar, comer...
Todos se ríen.
Muy bien, Santiago. Los sentidos son ver, escuchar, el gusto; que es el que usamos cuando comemos. Faltan dos, ¿quién me dice los restantes?

¡Oler, maestra! Dice Sebastián...
Muy bien, el olfato.
Falta uno... A ver... Bueno, el tacto, el quinto es el tacto.

Una clase sencilla, simple e inocente más en el jardín de infancia.

Solo que es una verdad a medias que afectará la interpretación de la realidad de estos niños por el resto de sus vidas, limitará la percepción y la experimentación de lo real para siempre.

¿Te imaginas cómo sería tu vida sin alguno de los sentidos que posees ahora?

Para muchos la peor tragedia sería perder la vista, no volver a saborear su comida favorita, quedar sordo...

Bueno, en esa clase está justamente ocurriendo algo similar. No es culpa de la maestra, a ella le hicieron lo mismo, por eso lo repetirá y es lo que dice el currículo. Su percepción, interpretación y consecuente experimentación de la realidad y de sí misma quedó limitada a solo cinco sentidos cuando era niña.

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El paradigma materialista

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Esto en parte es por consecuencia del paradigma materialista en el que vivimos. Los cinco sentidos tradicionales son los que interactúan de alguna forma con la materia.
Cada época de la humanidad vive conforme a algún paradigma, ese paradigma moldea la realidad y afecta TODAS las esferas de la humanidad (cultura, educación, lenguaje, ciencia, las emociones, la economía, el pensamiento, etc). Es una forma de ver la vida.
En su naturaleza el paradigma es incuestionable. Es considerada la realidad real, y no un modelo de la realidad. Y allí radica un grave error.

Hoy te comaprtiré uno de los sentidos que te ocultaron, que posees y que es tan importante como la vista y la audición.

El sentido de ver la propia mente.

El Doctor Daniel Siegel, neurocientífico, psicoterapeuta y profesor de psiquiatría indica que este sentido permite ver el funcionamiento interno de la propia mente.

¡Vaya sentido!

Actúa cuando prestamos atención a los pensamientos e ideas que existen en nuestra mente.

Es como la percepción de nuestra propia mente, de lo que hay en ella.

Por la falta de desarrollo de este sentido, a las personas se les dificulta saber qué está pasando con/en sus mentes, ¿por qué aparecen ciertos tipos de pensamientos?, cuanto mucho interpretan que hay algo mal dentro de ellos, con notable frecuencia dicen "quisiera no pensar", "no sé qué pasa conmigo" y frases similares.

Es como si no hubieras desarrollado el sentido de la vista, la luz directa te causaría dolor y lo único que desearías es cerrar los ojos cuanto antes.

Lo mismo pasa por la falta de desarrollo de este sentido. Los investigadores de la Universidad de Virginia descubrieron que algunas personas preferían autoadministrarse descargas dolorosas a sentarse en silencio, con sus propios pensamientos, durante 15 minutos. Fuente: Libro Yo, aquí ahora.

¿Y no es eso lo que hace la sociedad? Con en fin de no ver lo que sucede en su propia mente, el humano actual se sumerge en las aguas de la distracción, en busca de cualquier estímulo que lo aleje de la luz, esa luz tan dolorosa. Pero no es que la luz sea dolorosa, es que sus ojos no están optimamente desarrollados. Tendrá cientos de notificaciones y mensajes a lo largo del día, afán y autoexigencia ilusoria. Lo que sea para no ver su propia mente.

Esto tiene una solución, en primer lugar debes considerar este sentido con la misma seriedad y valor que le otorgas a tus otros sentidos materiales, es tan importante como la vista, el olfato, el tacto, la audición y el gusto. No desarrollarlo es tan trágico como perder uno de los que posees.

Sé que al principio va a costar, porque hemos sido adoctrinados de esa manera, y es muy probable que a esta altura pienses que estoy hablando de una locura hippie, una gran ridiculez, pero estoy seguro de que dentro de ti, tu intuicón te habla y te dice que sí, que desarrollar este sentido te permitiría transformar por completo tu vida y tu experimentación de la realidad.

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¿Para qué sirve este sentido oculto?

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Al ver tu propia mente puedes identificar lo que está ocurriendo, esta identificación permite modificar y organizar el pensamiento de una forma fácil de ejecutar. Permite que cambies tu propia estructura cerebral y te acerque a la integración. Aumenta la flexibilidad, la adaptabilidad, la coherencia, la energía, brinda mayor estabilidad y fluidez.
Tal como cada sentido tiene un propósito (La vista poder ver), el propósito de este sentido es dotar al ser humano de la capacidad para generar su propio bienestar. Todos podemos cultivarlo.

Santiago, Camila y Sebastián regresaron a sus casas a contar a sus padres lo aprendido en la clase.

¿Qué aprendiste hoy mi Sebas?
Los cinco sentidos.

¿Sí? ¿Cuáles son?

Ver, escuchar, oler, el gusto y tocar...

¡Esoooo! ¡Muy bien, Sebas.
Esos son los cinco sentidos, eres muy inteligente...

Tengo un hijo muy inteligente...